𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐒𝐎𝐔𝐋𝐒¹ •| |• 𝐁𝐈𝐋𝐋𝐘 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐎𝐕𝐄 ✓✓

CAPÍTULO TRECE - I

OPEN WOUNDS
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Tras unos minutos, Hargrove la veía tan inmiscuida en su trabajo que pudo apreciar detalladamente las facciones de la joven.

Su piel era blanca y aterciopelada, sus mejillas tenían un ligero rubor rosado debido al frío, su nariz pequeña, sus cejas eran pobladas así como sus largas y onduladas pestañas.

¿De qué color serían sus ojos?

Nunca les había prestado atención.

¿Serían verdes como las hojas de los árboles, cafés como el chocolate, negros como su cabellera o azules como el océano de su natal California?

'Mierda', jamás se había preguntado eso alguna vez al observar a una chica. En realidad, ni siquiera las observa. Solo las ve por un momento si son de su gusto y aprobación para tener una aventura de un rato.

Parpadea varias veces para borrar su dilema.

— ¿Te lastimé? — pregunta cautelosa al verlo removerse.

'¿Qué?', se interroga el mismo y entiende a que se refiere. Ella lo malinterpretó.

Observa a la muchacha, casi preocupada.

Entonces enfoca su vista en los ojos de la muchacha. Grandes, curiosos y casi con un brillo propio como si fueran iluminados por el cálido sol. Y es ahí cuando logra ver el color de su mirada.

— Grises… — sin poder evitarlo su boca emite su averiguación en un susurro.

Un gris como si fuera plata líquida, más intenso que el de su cadena que siempre lleva en el cuello o quizá similar.

— ¿Eh? — frunce el ceño sin comprender.

Aquello lo hace volver a la realidad.

'Maldita sea, Billy', se reprende al divagar en aquella tontería. Ya hasta había olvidado lo que ella le preguntó.

— No... — balbucea tragando saliva — Nada. — carraspea un poco.

'¿Nada de qué?', se cuestionó ella. Tal vez sigue conmocionado por la pelea con su padre. Piensa ella.

— ¿Por qué haces esto? — cambia de tema.

Volviendo a su dilema principal desde que lo trajo a la enfermería. ¿Por qué lo ayuda?

— Te lo dije, se infectarán las heridas si no se limpian. — alega nuevamente, tirando el algodón ya sucio y preparando las banditas para las heridas.

— No. — replica — Me refiero a por qué me ayudas a mí. — destacando la última palabra.

Ivers se detiene sin mirarlo. Medita en la respuesta. Realmente no lo sabe aún. Solo acudió a él porque lo vio indefenso y quería ayudarlo.

—… Deberías de estar ayudando a Harrington. — prosigue intentando molestar y alejarla de él. Necesita huir de esta situación.

La pelinegra sube la vista a él. '¿Otra vez con lo mismo?'. 

— Tu rey caído te necesita. — dice con una sonrisa ladeada.

Fëanor frunce los labios. ¿No se puede mantener callado y dejar que lo cure? ¿Y por qué menciona tanto a su amigo?

Queriendo borrar su actitud burlesca, la cual fue el motivo de este embrollo junto a sus secuaces, sin decir una palabra, toma una bandita médica y la lleva al corte justo por su ceja. Oprime con saña al colocarla.