Capítulo. 9

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Los traumas que nos traen visitas inesperadas.

Advertencia: Algunos temas como el suicidio, la prostitución y depresión son mencionados aquí.

—Bien, Jordan. La última vez que hablamos, no salió muy bien. Así que... Yo te preguntaré y tu hablarás, ¿ok?— Habló la doctora Raynor.

Taylor asintió lento. —Usted pregunte.—

—Quiero que me cuentes lo que nunca has relevado, te prometo no decir nada.— Pidió la doctora.

—Eso va a ser difícil porque no puedo, es complicado.— Jordan miró sus manos.

—Empecemos por la muerte de tus padres, ¿recuerdas algo de eso?— Preguntó la doctora anotando algo en su libreta.

—Si, todo. Los sonidos, el tiempo en que tardaron en irse, lo último que me dijo papá.— La ojiverde contó aún viendo sus manos.

—¿Y qué te dijo?— Preguntó nuevamente Christina.

—Que me amaba y que lamentaba no haber cumplido la promesa que me hizo. Él...— Jordan tragó saliva. —Él me prometió que no se iría jamás.—

—¿Hay algo más que te perturba, Jordan? Tu mirada me lo dice, ¿tiene que ver con Hydra?— Raynor continuó con su cuestionario.

—Doctora yo... Yo hice mucho daño, ¿sabe?— La castaña alzó la mirada y la conectó con la de la psiquiatra, esta asintió. —En 1972, Hydra me envió a asesinar a un doctor cubano que al parecer, vendía los secretos de la organización. Me enviaron por él.—

La doctora asintió lentamente. —Continua.—

La castaña respiro fondo para seguir hablando. —Llegué al lugar, subí las escaleras con mucha cautela y entré a la habitación matrimonial. Al doctor y a su esposa les disparé en medio de las cejas.— Jordan señala la zona. —Al darme la vuelta, vi a una niña de cinco años mirándome, era la hija del doctor.— Los ojos de la ojiverde brillaron más por las lágrimas. —Me recordó tanto a mi y a la forma en como me arrebataron a mis padres que... Que no pude dispararle.—

—¿La niña solo te miró?— Habló Christina.

—No, llamó a sus padres con la voz rota por el miedo.— Jordan peinó su cabello hacia atrás. —La cargué y la llevé lejos de ahí antes de que llegaran los otros agentes y descubrieran que no pude asesinarla. La dejé dos cuadras lejos y le dije 'corre todo lo que puedas y no mires atrás, encuentra un lugar seguro y llama a alguien que pueda cuidarte'. Ella asintió y se fue, hizo lo que le dije, no supe más de ella hasta el 2008.—

—¿Cómo así?— Preguntó Raynor.

—La busqué, quería saber de ella después de tantos años y la encontré. Tenía cuarenta y uno en ese entonces, dos niños, un esposo pero un dolor terrible, uno que yo causé.— Confesó Jordan.

GOD IS A WOMAN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora