Final.

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Sr y Sra. Barnes.

La fiesta por la boda, ya se encontraba en su máximo apogeo. Jordan observaba a todos, sentada desde una de las mesas y comiendo chocolate, con la corbata de su marido alrededor de su cuello. Mismo hombre tenía rato desaparecido.

Varios invitados estaban borrachos según podía captar su ojo, incluidos Sam y Scott Lang, que llegó tarde a la celebración porque se perdió en el camino. Naiara y J.C habían desaparecido, seguramente estaban despidiéndose, pensó ella. Los trillizos y Morgan dormían, mientras Cassie los vigilaba. Shuri le enseñaba a su hermano a bailar, pero
T-challa no tenía idea de lo que hacia.

—Buenas noches, bonita señorita.— Saludó Bucky sentándose frente a su esposa, pero actuando como si apenas se estuvieron conociendo. —¿Quisiera bailar conmigo está canción?— En el fondo se escuchaba La Vie en Roses de Edith Piaf, la canción favorita de ambos en cualquier versión.

Jordan mordió su fresa. —Mi esposo se puede enojar si me ve con usted.— Le susurra ella.

—No creo que se enoje, él encantado de que usted baile conmigo.— James se puso de pie y extendió su mano.

Carson encantada tomó la mano de su esposo y ambos caminaron a la pista de baile. —Cuidado con meter mano donde no es.—

—Mm, lo pensaré.— Bucky tomó con su mano metálica la cintura de su chica y con la derecha, la mano de ella. Seguía siendo unos anciano. —Oficialmente, somos marido y mujer.— Habló sonriendo hermosamente y dejando su juego.

Jordan asintió lentamente. —Te amo tanto.— Susurró ella.

James le dió una vuelta, dejándola de espaldas a él, ambos se seguían moviendo de un lado a otro. —¿Qué te parece si nos escapamos?— Susurró él en el oído ajeno.

La castaña rió cómplice. —¿Sin despedirnos? Eso es de mala educación.— Dijo ella.

—Ay, nadie se dará cuenta.— Bucky chilló.

—Vámonos entonces.— Jordan observó que nadie los estuviera mirando y salió corriendo con su amado fuera del lugar.

Ambos reían a carcajadas, entre ellas, llegaron al cuarto donde pasarían la noche de bodas. Jordan no paraba de reírse por las caras que hacia Barnes cuando intentaba quitarle el vestido de bodas. El ojiazul estaba a dos segundos de rasgar la tela que cubría el cuerpo perfecto de su amada.

—¿No pudiste usar un vestido más fácil de sacar?— Gruñó Bucky.

Jordan rió y se giró para verlo. —Eres muy desesperado.—

La castaña deslizó sus manos por el pecho fornido del hombre, queriendo desnudarlo, mientras desabrochaba aceleradamente los botones, uno por uno. Cuando terminó de hacerlo, lo tomó por las mejillas y estampó sus labios con los de él, el beso desbordaba lujuria. Bucky separó su boca de la de su esposa, para tomar aire y luego desabrocharle por completo los botones del vestido, cuando por fin se deshizo de él y descubrió que su amada solo usaba unas panti blancas, empezó a besar el cuello femenino, dejando una que otra marca.

Bucky trata de calmar su excitación, pero poco a poco se hace más imposible, al escuchar como aumentaba el volumen de los gemidos de su amada. Mientras, continuaba dando besos y lamidas en la suave piel del cuello de Jordan. Estaba tan feliz, encantado con la perfección de la mujer y deseando hacerla suya una vez más pero ahora como su esposa. Tomó entre sus manos el trasero de la de ojos violetas y lo apretó con fuerza hacia él, haciéndola sentir su erección.

GOD IS A WOMAN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora