GOD IS A WOMAN ||Bucky Barnes||

Capítulo. 74

Algo inesperado.

Jordan se colocaba un lindo vestido, frente a su amado. Andaba de buenas. —¿Me queda bien?— Preguntó.

—Te verías mejor desnuda, pero si, estás muy hermosa.— Le contestó Bucky tirando en la cama. —Ya quiero que nazcan, necesito sexo.—

La ojiverde soltó una carcajada. —Amor, tenemos solo dos días sin tener sexo. Deja la urgencia.— La chica se acercó a su amado, el cual inmediatamente se sentó en la cama para estar a la altura del lugar donde sus hijos se formaban.

—Es que quiero que me montes, ¡ahs!— Soltó un bufido y colocó las manos sobre la panza de la chica. —Hola, mis amores.— Saludó Bucky. Ambos bebés se movieron al escucharlo, James le hablaba todos los días y se puso enseñarles cosas. —A ver, bebés. Den una patadita.—

Los gemelos dieron cada uno una patada.

Jordan chilló. —Bueno, ¿ustedes creen que soy su balón de fútbol o qué?— Preguntó adolorida.

Barnes sonrió inocente. —A ver, mis niños. Ahora una vuelta.—

De nuevo, los gemelos le hicieron caso al padre y se cambiaron de posición en una vuelta.

—¡Bucky!— Jordan le dió un sape. —Me duele, enserio.—

—Si, lo siento.— James peinó su cabello. —Mis soldaditos, descansen.—

Los bebés no se movieron más.

—Ya veo que te harán mas caso a ti, así que serás el regañón.— Taylor acaricio el cabello de su amado. —Te amo con el cabello largo.—

Bucky la miró. —Me amas cuando complazco tus caprichos.— Dijo él.

—Te amo todo el tiempo.— Continuó Jordan.

—Yo también.— James le dió besos a sus bebés, antes de hablar. —Oigan, si podrían apurarse, no tengo ningún problema. Ya los quiero abrazar.—

Y como si de una orden se tratase, los niños volvieron a hacerle caso a su papá y crecieron, haciendo que la panza de Jordan se expandiera también. Bucky quedó incrédulo y Jordan igual, sus hijos eran poderosos pero que ya usaran su magia, era otro nivel.

—Te voy a matar, Bucky.— Advirtió la castaña.

—Pensé que esto no se lo tomarían enserio.— Barnes veía aún hacia la panza apunto de explotar.

—Les enseñaste a tomar tus palabras en serio, idiota.— Jordan le dió varios almohadazos, hasta que sonó el timbre.

—¡Ya voy!— Bucky gritó y salió corriendo para evitar su homicidio.

Al abrir la puerta, tras ella estaba una Naiara muy alterada, un J.C con un bolso y un Sam confundido. La pelinegra entró sin saludar y buscó a Jordan con la mirada.

—¿Dónde está?— Preguntó Woods.

Bucky la miró confundido y señaló las escaleras, ya que Jordan venía bajando por ellas. —¿Qué pasó?—

J.C se encogió de hombros, yendo luego empacar su bolso con prendas de su tío y tía.

Sam ve a su amigo. —Nos dijo que viniéramos, que algo pasaría porque le hablaron en un sueño.—

—Hola, Alice.— Saludó la ojiverde. —¿Qué tienes?—

Naiara escaneó el cuerpo de su amiga. —No puede ser, si era cierto.—

—Cierto, ¿qué?— Preguntaron Jordan y Bucky al unísono.

—Van a nacer hoy.— Soltó la de ojos avellana.