GOD IS A WOMAN ||Bucky Barnes||

Capítulo. 70

El segundo regalo de Bucky.

Después de una conversación sobre diferentes temas, los invitados en la antigua casa Rogers, estaban muy cómodos sentados en los sillones y sofás en la sala. Jordan estaba sentada sobre su amado, pensando en un plan para correr de manera educada a sus amigos y quedarse sola con James para darle su segundo regalo.

—Deja de pensar en cosas sucias, Carson.— Naiara le dijo a su amiga por telepatía.

Taylor sonrió con malicia. —No puedo, Bucky está demasiado bueno.— Respondió.

—¿Quieres que nos vayamos?— Le preguntó Woods.

—Te amaría eternamente si te llevas a todos.— Jordan sonrió alzando sus cejas varias veces.

Barnes miró a su chica extrañado, estaba sonriendo con picardía. —Amor, ¿en qué piensas?—

Jordan lo miró, inmediatamente terminando su contacto telepático con su ahora mejor amiga. —En hacer unos rizos cuando el cabello te crezca.— Disimuló.

—Claro, como nunca jugaste con muñecas, me quieres usar.— Dijo "indignado" el hombre.

—Exacto, mi fiel amigo.— La ojiverde besó la mejilla de su amado.

—Bueno, chicos. Creo que ella es hora de irnos.— Naiara le dió una mirada a Sarah, dándole a entender porqué deberían irse.

La chica Wilson asintió. —Si, por la tarde iremos de pesca y venderemos lo que encontremos. Hay que trabajar para salir adelante.—

Sam miró a su hermana confundido. —Pero si nos podemos quedar, eso es al mediodía.—

—Que nos vamos, dije.— Sarah lo miró seriamente haciéndolo estremecer.

—Si, si. Hermanita.— Sam levantó sus manos en son de paz.

Jordan se puso de pie. —Yo iré a dormir, este embarazo me tiene sin fuerzas.— Fingió un bostezo. —Los quiero. Gracias por venir, nos vemos después.— Se despidió y luego besó la frente de Bucky. —Nos vemos en el cuarto.— Se fue luego de decir esas palabras.

James le sonrió a sus amigos. —Gracias por venir.—

El varón se puso de pie y caminó hacia la puerta, se despidió de todos y luego cerró seguramente su casa. Luego fue a recoger, lavar, secar y guardar los platos, cubiertos, copas que habían usado esa noche.

Mientras que en la habitación, Jordan estaba retocando su labial rojo, después de haberse colocado una lencería trasparente con detalles florales en color rojo y unas botas negras con tacón, que terminaban tres dedos más arriba de su tobillo. Cuando la chica sintió a su amado subir por las escaleras, corrió fuera del baño y se sentó sobre el sillón de una plaza de la habitación.

Bucky abrió la puerta del cuarto, pensando que se encontraría a Jordan profundamente dormida, pero no. Su futura esposa estaba sobre el sillón donde el se sentaba a leer, con las piernas cruzas, girando un par de esposas en su dedo índice y sonriendo con mucha picardía.

—Feliz navidad, Sargento Barnes.— Dijo Taylor con una sonrisa pícara y tono seductor.

—¡Oh, mierda!— Exclamó Bucky al escuchar la voz de Jordan y escanearle el cuerpo por segunda vez. Dió un silbo antes de hablar. —¿Este es mi segundo regalo?—