GOD IS A WOMAN ||Bucky Barnes||

Capítulo. 49

Telepatía.

—Necesito salir de aquí.— Naiara de decía mientras veía sus alrededores. Hank nuevamente la había encerrado, pero esta vez era una habitación de concreto, con una cama en una esquina y un inodoro en otra, una puerta metálica era la única entrada y salida. —Piensa, Naiara. Piensa.— Se continuaba diciendo mientras caminaba de un lado a otro por la habitación. —¡Ya sé!— Gritó deteniéndose en medio del cuarto. —Llamaré a Dios...— Se respondió pero luego nego. —Colocaría en riesgo mi verdadera identidad y poder, así que no es una buena idea.— Woods se sentó sobre su cama. — ¿Y si uso la telepatía? Pff.— Sopló uno de los mechones de su cabello que caía en su cara. —¿Por qué todo tiene que ser tan complicado en esta dimensión?—

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Rogers, Taylor, Barnes y Wilson, ya se encontraban viajando en un jet hacia Houston. Les urgía encontrar más pistas sobre los secuestro y experimentos que C.A.O.S realizaba.

Jordan subía los pies sobre el borde el asiento que estaba delante de ella y pasaba las manos en su vientre, lo acariciaba. —¡Bucky! ¡¿Dónde están mis palomitas?!— Gritó la chica.

—¡Ya voy!— Contestó Bucky desde la cocina del avión. —Dios mio, ¿por qué eres tan mandona?— Preguntó mientras le colocaba sal a las palomitas de maíz.

—¡Por eso! ¡Porque soy dios!— Respondió ella en el mismo tono.

Sam reía para sus adentros. —Esos dos son un caso.— Comentó el moreno colocando una carta sobre la mesa, junto a J.C jugaba cartas.

El rubio asintió de acuerdo. —Y ya sabemos quien manda ahí.—  Se burló.

Jordan le lanzó un cojín a su sobrino, pegándole fuerte. —Estoy embarazada, Bucky solo me consciente.—

—Ajá, panzona. Como digas.— Rió James Carson mientras partaba el cojín.

—¡Yo no estoy panzona! ¡Bucky, J.C me dijo panzona!— Jordan acusó al rubio mientras se batía en el asiento, ese día andaba peor que una niña malcriada.

Barnes salía de la cocina con un tazón grande palomitas y un refresco para su chica. —Rogers, respeta a tu tía.— Regañó el soldado entregándole a la ojiverde su antojo.

Jordan tomó sus palomitas y empezó a comérselas con mucho gusto. —Besito.— Le pide a su futuro esposo.

Bucky encantado une sus labios y alarga el tiempo de contacto, hasta que Jordan se queja por querer comer más. —Uy, que mala.— Bromea.

—Tus hijos y yo tenemos hambre, así que déjanos.— Replicó la castaña, metiéndose un puñado de sus dichosas palomitas en la boca y tomándose un sorbo de su refresco.

Bucky suspira y suelta una risa luego. —Eres tan adorable.—

—Es peor que una mocosa mimada.— J.C rodó los ojos.

—Nunca fui una mocosa mimada, merezco ser consentida y amada.— Jordan contestó quitándose los zapatos.

James tomó de las mejillas a su amada y le dió varios besos. —Yo te voy a consentir mucho.— Prometió.