GOD IS A WOMAN ||Bucky Barnes||

Capítulo. 53

El rescate. Parte. 2

—Muy bien, chicos. Según la pantalla, hay unos veinte niños al final de ese pasillo.— Señaló J.C una puerta metálica.

Sam quitó el escudo de su espalda. —Espero que después de esto, Jordan si tenga un embarazo pacífico, no vaya a ser que los niños salgan locos y conflictivos.—

Bucky le dió un manotazo en la espalda a Wilson. —No bromees ahora, estoy realmente preocupado por ella.— Dijo él ojiazul, ajustándose el intercomunicador. —¿Muñeca?—

—¿Qué pasó, amor?— Contestó Taylor, mientras caminaba por uno de los pasillos de aquella base que conducía a los laboratorios, empuñando su katana.

—¿Estás bien?— Preguntó el soldado.

—Si, aún no he visto nada extraño.— La chica continuó caminando hasta que escuchó unas voces, así que se escondió. —Hablamos luego, Buck.—

J.C miró a su tío. —Ella estará bien, es Jordan.— Le sonrió contagiándole calma y golpeándole la espalda con su palma, para luego caminar hacia la puerta de metal.

Barnes asintió y caminó hacia la puerta también, con su mano de vibranium tiró de la puerta para abrirla, todo estaba oscuro. —Esto está terrible.—

Sam se colocó frente a los dos castaños, protegiendo su frente con el escudo. —Rogers, ¿qué hay?—

El chico Carson tecleaba algo en la mini pantalla. —Hay veintidós niños aquí, registré sus chips.— Informa.

—Bien, apágalos.— Mandó Sam caminando hacia dentro del cuarto oscuro.

Bucky llevó su mano a las paredes consiguiendo un interruptor, apretó el botón del mismo y encendió la luz. Cuando los tres hombres de adaptaron a la iluminación, lograron divisar a varios niños y niñas apresados con cadenas, algo muy parecido a unos esclavos.

—Que desgraciado.— Insultó Sam, acercándose a una de las celdas. —Oye, niño.— Le habló a un pequeño como de 6 años. —¿Qué les hicieron?—

La criatura miró al moreno y suspiró de alivio. —¡Chicos! ¡El Capitán América vino por nosotros!— Gritaba el pequeño con emoción, ya que su libertad estaba cerca. —Se los dije.—

El resto de los niños encerrados empezaron a pedir que los sacaran de las celdas, muchos lloraban y los más grandes intentaban calmarlos.

Bucky sonrió y camino junto a Sam. —¿Cómo los sacamos? Estás cerraduras...— Decía mientras tirataba de una de las rejas pero sin poder abrirlas. —No se puede.—

—Oigan.— Llamó J.C, preocupado. Haciendo que los dos hombres mayores que el lo miraran. —Activaron los chips.—

Los niños cambiaron sus poses alegres, a una fría y sin mayor esfuerzo quitaron las cadenas de sus manos y pies. Las celdas se abrieron, permitiendo que sus inquilinos de diferentes edades salieran de su prisión, una luz roja titilaba a el cuello de cada uno. Los veintidós niños, corrieron hacia los tres hombres, gracias a sus mutaciones eran más rápidos fuertes y peligrosos.

Por otro lado, Jordan siguió las voces que escuchó hacia el laboratorio principal y los científicos al abrir las puertas, le brindaron a la ojiverde una excelente visión de Naiara colgada sobre una piscina de cristal, sonrió al encontrar a la chica.

—Oigan, chicos. Encontré a Woods.— Informó Jordan los por intercomunicadores, prestándole más atención al alboroto que su audífono le dejaba oír. —¡¿Qué pasa?!—