GOD IS A WOMAN ||Bucky Barnes||

Capítulo. 19

Papas con helado y algo más.

Vilna-Lituania.

Karli, acompañada por unos de sus compañeros de causa se encontraban vigilando el depósito de provisiones del CRG.

—Hay otra entrada a la vuelta de la esquina.— Anunció Dovich viendo la tristeza de la pelirroja. —¿Pensaste en tomarte un tiempo para llorar?— Preguntó él hombre, ya que habían tenido una perdida importante recientemente. —No tenemos que hacerlo ahora.—

—Si, debemos hacerlo.— Morgenthau asintió mirando la entrada del almacén —¿Pensaste que acabarías aquí haciendo esto?—

—Siempre quise escapar de mi situación. Incluso en un momento pensé en entrar al ejército, pero la seguridad de la mafia en Madripoor pagaba más.— Explicó el australiano.

—Yo pensaba que sería profesora. Como Mamá Donya. De historia del arte, quizás o algo así.— Sonrió Karli.

—La profesora Karli Morgenthau. ¿Es un puesto difícil en Madripoor?— Preguntó Dovich.

—No pensé que acabaría ahí, pero cuando regresaron todos y nos echaron a la calle, supe que era el único lugar que tenía algo que podía protegernos. ¿Recuerdas como nos asustamos al tomar el suero?Sentía que me quemaba las venas. Recé pidiendo morir pero valió la pena, porque este mundo es nuestro. Debió ser para mamá Donya. Usaremos nuestra fuerza para dárselo a los niños en los campos.— Dijo Karli con firmeza.

—El mediador de poder en algún momento nos alcanzará.— Le recordó el hombre que la acompañaba.

—No es problema. Mataron a Nagel en Madripoor. Tenemos el último suero, así que él está por venir a mendigar.— Habló Karli.

—Solo nos queda una pelea por delante. Me arriesgaré, quizás puedas ser profesora cuenco terminemos.— Bromeó Dovich.

—Tal vez.— Karli caminó un poco. —Tenemos lo necesario.—

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—¿Dijiste que Sam, Jordan y Bucky estuvieron aquí el día que pasó?— Preguntó Walker a un oficial. Este junto a su amigo Lemar estaban en la prisión donde antes Zemo era encarcelado.

—Si.— Contestó Hoskins. —¿Crees que tuvieron algo que ver que se escapara?—

—Gracias.— John se despidió de los oficiales.

—¿Qué?— Preguntó Lemar. —¿En serio crees que ellos tres sacarían a Zemo de la cárcel?— Volvió a preguntar.

—Eso creo. Estaban tan desesperados por pistas como nosotros.— Dijo Walker.

—Vamos, hombre. No podemos acusar los evidencias.— Lemar le recordó.

—Por eso tú y yo seguiremos con esto.— Contestó John.

Hoskins lo ve confundió. —Bueno, entiendo que lo que pase después no se rige estrictamente por ley, ¿no?—

—Lemar, si hacemos el trabajo, ¿crees que preguntaran como lo hicimos?— Respondió Walker ya con los humos elevados.

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