GOD IS A WOMAN ||Bucky Barnes||

Capítulo. 48

Bucky también sabe de moda.

Después de hacer varias compras en uno de los centros comerciales de La Habana, Jordan y James se dirigieron al hotel donde se hospedaban. La castaña convenció a su futuro esposo de probarse la ropa en el hotel, ya que era bastante tarde y al día siguiente debían viajar temprano a Houston, ciudad donde la desaparecida Naiara trabajaba y vivía.

-¿Cuándo me ibas a decir que tenías un increíble conocimiento en las artes de la moda femenina?- Preguntó Jordan divertida cerrando la puerta de la habitación.

Bucky sonrió, mientras colocaba las bolsas de las tiendas en la cama. -Agradécele a Shuri.- Contestó él caminando hacia el sillón rojo de la habitación y sentándose en él, de piernas abiertas y con los brazos apoyados en la parte que era para estos.

La ojiverde entrecerró los ojos un poco al ver al hombre, ¿por qué todo lo que él hacia despertaba sus ganas de follar? -En fin... ¿Qué hizo?- Preguntó ella al darse cuanta de que duró mucho tiempo en silencio observando al dios griego frente a ella.

-Cuando desapareciste de Wakanda, me llevó muchas revistas de moda, según ella para buscar un nuevo corte de cabello.- Explicaba James mientras estiraba sus brazos y llamaba con las manos a su amada, la cual se acercó y se dejó abrazar. El ojiazul apoyó su cabeza en el vientre de la mujer. -Y aproveché la otra información que me daba la revista para averiguar que colores te quedaban mejor, cuales no, tu tipo de cuerpo para elegir la ropa, muchas cosas.-

-Interesante...- Jordan asintió lentamente acariciando el cabello de su contrario y luego soltando una pregunta después. -¿Quieres que empiece con la lencería?-

Bucky sonrió como el gato Cheshire. -Oh si, eso suena maravilloso.- Ronroneó el hombre mordiendo el hueso de la cadera de la neoyorquina.

Taylor le dió un manotazo al pobre hombre en el brazo por el mordisco haciéndole reír. -Ya veremos cuanto te va a gustar mi cuerpo cuando engorde.- Dijo ella tomando varias bolsas y entrando al baño.

James se acomodó en el sillón. -¡Me vas a encantar mucho más! Llevas a mis bebés dentro y eso me hace muy feliz.- Comentó sonriendo al escuchar la risa desde el baño.

Jordan asomó su cabeza por la puerta. -Uno, eso sonó muy hermoso y dos, son nuestros bebés. Los dos los hicimos.- Corrigió para luego volver a entrar en el baño.

Bucky bufo y rodó los ojos. -¡Yo los amase y tú solo los horneas, el verdadero secreto está en las manos del que prepara la masa!- Exclamó. -O sea, me pertenecen esas criaturas.-

-Cariño, no discutas con dios.- Jordan le advirtió saliendo del baño con el primer conjunto puesto. -Son de ambos y se acabó.-

El Sargento solo pudo tragar saliva ante la vista que la maravilla de su novia le obsequiaba. -A ver, vuelta.- Pidió él, mordiendo su labio inferior.

Carson giró lentamente mostrándole el otro ángulo de su cuerpo al hombre que presenciaba el espectáculo. Sus senos eran cubiertos por un brassier de encaje azul, mismo que levantaba más aquellos atributos que gracias al embarazo aumentaron de tamaño y una panti a juego cubría su intimidad.

-Y... ¿Qué tal?- Preguntó la ojiverde con una mano en la cintura.

Bucky carraspeo para quitar el nudo de su garganta. -Es... Eres tan sexy.- Halagó él con voz ronca. -Pruébate el rojo ahora.-

-Primero un beso.- Jordan se acercó al castaño y le dió un beso cargado de pasión, con sus dientes tomó varias veces el labio inferior del hombre y luego le dió un tirón. -¿Rojo?-