GOD IS A WOMAN ||Bucky Barnes||

Capítulo. 42

La Habana.

J.C gracias a algunos de sus contactos, consiguió un jet privado para viajar a Cuba junto a sus tíos y Sam. Los cuatro reían relajados, mientras el avión estaba en el aire.

—Entonces recuerdo que papá era muy dramático cuando me caía, corría hacia mi y me cargaba todo el día porque en sus brazos estaba más seguro.— Sonreía el chico Rogers recordando a Steve. —Y con los dulces era peor, no supe que era el chocolate hasta los siete años.—

Jordan miró a Bucky. —Espero que no seas tan intenso porque conociendo mi carácter, que seguro heredaran nuestros hijos, ellos te creerán el villano de sus películas.— Dijo la chica.

—¿Villano yo? No, muñeca. Yo seré el papá consentidor.— Contestó Bucky recostando su cabeza en el hombro de su mujer.

—¿Incluso cuando te digan que quieren tener novio o novia?— Preguntó Sam haciendo que el soldado se pusiera serio.

—No tendrán pareja jamás, nunca. No hasta los cien años al menos.— Contestó James tomando una bolsa de doritos y abriéndola.

J.C soltó una carcajada. —Ya te veré tío.—

Jordan mete la mano en la bolsa de los doritos. —Deja de apretar la bolsa, Barnes.— Se quejó ella por lo que el hombre hacia.

—¡Son mios!— Chilló Bucky.

—Ahí está, ¿ves? Eres un egoísta.— Taylor se levantó molesta y se fue a la cocina del jet.

—Hacer molestar a una mujer embarazada es lo peor.— Sam se burló de James. —Conociendo a mi amiga, te dejará sin sexo.—

Bucky se levanto rápido y siguió a su chica. —¡Jordan! ¡Amor! ¡Aquí están los doritos y con chocolate!— Le gritó él.

—Tres palabras para ti, Buchanan. Tendremos cero sexo.— Carson contó con sus dedos y le sacó el dedo del medio a él para luego sentarse a comer gomitas.

—¡Muñeca!— Se quejó James, haciendo reír a los dos hombres que también estaban en el jet, mismos a los que le dirigió una de sus miradas asesinas.

Dos horas después, se encontraban todos en el hotel donde se hospedarían hasta que encontraran alguna clase de pista sobre C.A.O.S. Sam y J.C compartirían una habitación sencilla, con dos camada, mientras los futuros esposos se adueñaban de cuarto matrimonial. Los cuatro se encontraban fuera de las puertas de sus habitaciones.

—Nos vemos en media hora para ir al bar donde Naiara desapareció.— Informó Rogers, para luego mirar a su tía. —No se vayan a tardar.—

—No me apures, soy dios, yo mando y me tardo lo que se me dé la gana.— Jordan dijo, mientras abría la puerta de su cuarto.

—La hormonas te tienen agresiva.— Comentó J.C entrando a su habitación.

Sam asintió, siguiendo al muchacho. —Concuerdo con el chico.—

—Ña, ña.— Taylor hizo tal cual una niña pequeña, trayéndole recuerdos a Bucky de su niñez con ella.

—Entonces, ¿qué me pongo para ir al bar?— Preguntó James cerrando la puerta tras él, luego de que Jordan entrara con las maletas porque no lo dejó cargarlas.