Capítulo. 46

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La extraño.

—Bien, ya que el fulano está muerto y yo tengo hambre. ¿Podemos ir a comer algo? ¿Helado? No sé.— Preguntó Jordan subiéndose a la espalda de su lado y encaramándose como un koala.

James sonrió mientras caminaba. —¿Qué quieres comer mi cielo?—

—Ustedes dos me empalagan.— Dijo J.C en un tono asqueado, junto a Sam, también caminando.

—¡Cállate!— Exclamaron los futuros Señores Barnes a la vez.

—Si, hijo. Ya déjalos en paz.— Pidió Natasha uniéndose a la caminata.

Jordan se cayó de los brazos de James al escuchar la voz de su mejor amiga. —Mierda.—

Romanoff rió. —Me alegra saber que aún te distraígo, Jordy.— Bromeó ella con cierta picardía.

—¿Mamá? ¿Cómo llegaste aquí?— El chico Rogers estaba muy anonadado por la presencia de su madre ahí. —¿Dónde dejaste a papá?—

—Tú tía me trajo. Soy... digamos que una parte de la Natasha que ella conoció  completada con una pequeña parte de la Natasha que revivió.— Explicó la rusa. —¡Ah! Y Steve está bien, en el futuro, siendo tan amargado como de joven.— Contestó la pelirroja con una sonrisa tomando el brazo de su hijo.

Jordan ya de pie miró a su mejor amiga. —Necesito saber como te traigo aquí sin darme cuenta.— Las castaña habló seria.

Romanoff sonrió inmensamente y soltó el brazo de su hijo para tomar el de su amiga. —Eres dios y estás algo loca, así que es normal que hagas cosas inconscientemente.— Respondió ella para luego mirar a Barnes. —Hola tú.— Luego se fue caminando con Jordan.

—Hey.— Saludó Bucky tranquilo, causando una mala mirada de Sam. El ojiazul sabia perfectamente que esta versión de la esta no fue creada para pedir ayuda, como la anterior pero aún desconociendo el porqué de su visita. —¿Qué? Ella me cae bien.—

—Ujum. Solo te cae bien porque te dió la señal para embarazar a Jordan.— Contestó el moreno, haciendo reír al de brazo metálico.

J.C corrió hacia su tía y la tomó por el otro brazo, imitando a su madre. —Necesito explicaciones de muchas cosas.—

—Hay una muy sencilla explicación para esto.— Dijo la pelirroja viendo a su hijo y amiga.

—¿Y cuál es mamá?— Preguntó el castaño. Romanoff sonrió viendo a la ojiverde, ya que solo ella tenía la respuesta a esa pregunta.

Jordan miró a la ilusión de su mejor amiga y suspiró, haciendo sonreír a Natasha que luego desapareció en formas de cenizas llevadas por el viento. —Aún no supero que se haya ido, James.— Confesó ella llamando por el primer nombre a su sobrino, y desapareciendo también a la velocidad de un pestañeo, haciendo que el ambiente se alocara y las hojas de los arboles volaran.

J.C pestañeo y miró a todos lados, luego a los hombres que también los acompañaba. —¿A dónde se fueron?—

Bucky suspiró. —Vayan al hotel, yo la buscaré.— Ordenó Bucky palmeando la espalda de Sam.

Wilson asintiendo, caminó hacia el muchacho. —Vamos, mocoso. Hay que empacar.— Dijo llevándose al niño Rogers en completa confusión.

Barnes sacó su celular del bolsillo de su abrigo e hizo una búsqueda rápida en Google, encontrando el lugar en donde seguramente estaba su chica. Se dirigió hacia allá, encontrándose la Heladería Coppelia y a Jordan sentada en una de las mesas más alejadas, saboreándose un helado que al parecer era de chocolate con chispas y oreos, también tenía otra copa del mismo helado gente a ella. El castaño fue hacia ella y se sentó en la silla vacía.

GOD IS A WOMAN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora