Falcon negro.
Los Flag Smashers caminaban hacía un deposito en algún callejón de Alemania. La pelirroja, llamada Karli, tocó una puerta y emitió un silbido. Un hombre salió a recibirlos y los llevó por su local.
—Deben estar hambrientos. Con mucha hambre.— Habló el hombre.
—Si.— Dijo una chica.
—Si. Tenemos hambre.— Hablaron varios chicos a la vez.
El sujeto los llevó a una sala de computación. —Mi esposa y yo cocinamos. Es una vieja receta familiar hecha con los mejores hígados de pollo. Sírvanse, por favor.— Les señala la comida, todos toman lo que quieran. —Cualquier cosa que quieran. Cualquiera, pídanmela. Aquí tienen café y algunas galletas.—
Karli lo miraba algo apenada, no podría creer que ese señor la ayudara sin conocerla. —No, gracias.—
—Lo que sea por la causa. Acompañenme, por favor.— El hombre los lleva a otro lugar. —Se convierten en una leyenda. Cada vez oigo más sobre los luchadores por la libertad que se defienden. Te llaman Robín Hood.— Le dijo a la pelirroja. —Día a día más gente te ama. Hallarás refugio vayas a donde vayas.— El hombre los hace entrar a un cuarto. —Mi esposa y yo lo preparamos para ustedes. Está todo limpio. Es agradable y acogedor.
—Si.— Dice Karli.
—Gracias, si.— Dice otra chica.
—Son bienvenidos.— El hombre se va.
A Karli le llegó un mensaje a su celular de un numero privado, este decía. Te robaste lo que era mío. Te encontraré y te mataré.
—¡Diablos ya nos buscan!— Dijo un muchacho. —Borraré nuestros apodos de los lugares públicos. No hay que quedarse mucho tiempo. ¿Imaginaste este apoyo hace cinco meses?— Le preguntó a la líder.
—No jugaremos más.— Dijo la pelirroja que se apellidaba Morgenthau. —No podemos dejar ganar a los que regresaron al poder. El CRG se ocupa más de la gente que regresó que de los que nunca se fueron. Vimos como podría ser todo. Debo saber que están con prometidos, porque luego de mañana, no hay vuelta atrás.— La chica ve a todos sus acompañantes.
Un miembro del cuerpo se levanta asintiendo. —Si. ¡Un mundo!— Exclamó.
—Un pueblo.— Dijeron todos sonriendo.
—¡Un mundo!— Gritó el chico.
—¡Un pueblo!— Gritaron todos.
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Buck, Jordan y Sam, luego de llegar al aeropuerto y subir al jet, se pusieron ropa cómoda. También se sentaron a meditar sobre lo que había sucedido. James estaba sentado sobre una caja de madera.
—¿Estás bien?— Le preguntó Wilson al ojiazul, mismo que tenía la mirada perdida.
—Tomemos el escudo, Sam. Tomemos el escudo y hagámoslo nosotros.— Dijo James con voz ronca.
—No podemos correr hacia él, pegarle y tomarlo.— Habló Sam.
—¿Y por qué? Yo lo golpeó y ustedes corren.— Dijo Jordan sentada junto al moreno, de sumado izquierdo.
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GOD IS A WOMAN ||Bucky Barnes||
Science FictionSegunda parte de •DARK QUEEN• Luego de que Tony Stark se sacrificara para salvar al universo y que Steve Rogers regresara por Natasha para tener una vida plena; Sam Wilson se convirtió en el relevo del Capitán América, Bucky Barnes se encargaba de c...