Segunda parte de •DARK QUEEN•
Luego de que Tony Stark se sacrificara para salvar al universo y que Steve Rogers regresara por Natasha para tener una vida plena; Sam Wilson se convirtió en el relevo del Capitán América, Bucky Barnes se encargaba de c...
Sam, Bucky, Zemo y Jordan, que ya estaba dominando su cuerpo nuevamente. Entraban a una gran residencia, perteneciente a Sharon Carter. Era linda.
—Parece que romper las leyes te beneficia.— Wilson habla con una gran sonrisa.
—Si tenía que estafar, disfrutaría la vida de un estafador. ¿Sabes cuánto obtendré por un Monet?— Preguntó Sharon sonriendo también.
—Oye, me desagradas un poco menos.— Comentó Taylor tomando la mano de su soldado.
Sam seguía caminando tras a Carter. —Desactiva tu modo estafa. Vendes Monets falsos.—
—No, reales.— Corrige Helmut. —Esta galería se especializa en obras robadas. Monet. Van Gogh. Clásicos.—
—Es cierto. La mitad de las obras de arte en los museos es falsa. Lo auténtico está en sitios como este.— Dijo Bucky mientras caminaba junto a su chica.
Wilson sacó su celular del bolsillo para comprobar lo que decían. —Ok, chicos. Veo lo que hacen. Tienen más mundo que el viejo Sam.—
—Más mundo, más años, más vida.— Respondió Jordan.
—Si. ¿Qué dice Google?— Preguntó Bucky con sarcasmo cerca del oído del pajarraco
Sam rodó los ojos y comparó un Monet de su celular, con uno real. —¡Oh, mierda!— Exclamó sorprendido al afirmar con sus ojos lo que dijeron sus amigos.
—Deben cambiarse. En una hora recibiré clientes.— Anunció Sharon y los llevó a su sala para que se pudieran cambiar. —Jordan, ¿estás embarazada?—
Bucky miró a su chica con ilusión desde el sofá sentado, él ya se había cambiado todo el mundo le decía lo mismo así que ya se lo estaba creyendo.
—¿Quién sigue?— Preguntó Jordan tomando una chaqueta de cuero negra para complementar un pantalón y una blusa del mismo color. —¿Pero por qué lo dices?—
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Sharon entró a la habitación empujando un perchero con camisas para hombre de la talla de Sam. —Tienes un brillo diferente en la mirada y la piel más linda. Quizás sea eso.—
Jordan asintió lento, fue al baño y rápidamente se vistió. Luego fue hacia James y se acostó con la cabeza sobre las piernas de él.
Wilson se quitó la camisa que tenía en ese momento y encontró un suéter.
—Mucho mejor.— Halagó la rubia el suéter cuello alto.
Sam se colocó la camisa. —¿Qué pasa, Sharon? ¿Nunca quieres volver a casa?—
