Capítulo. 45

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El sueño.

Jaimely lloraba fuertemente desde su habitación, su hermano Steven estaba junto a ella. Ambos tenían hambre y papá no llegaba con sus teteros, pero como siempre, un bebé es más dramático que otro. Bucky apareció por la puerta con dos biberones y algo agitado, como si hubiera corrido una maratón.

—Mis niños, ya. No hay necesidad de berrinches.— Habló el castaño, tomando en brazos a la pequeña ojiazul. —Princesa, por favor. No llores así, te puedes ahogar.— La dulzura en su voz provocó que la pequeña niña bajara el volumen de su llanto, mismo que se terminó cuando el soldado la hizo tomar de su tetero. —¿Ves? Ya estás comiendo.— Sonrió.

El pequeño Edward empezó a patalear en la cuna pidiendo con balbuceos que también lo alimentaran. James destapó el biberón y se lo acercó a su pequeño, que era menos dependiente por ende ya había aprendido a comer solo.

—¿Quiénes son los príncipes de papi? ¿Ah?— Bucky les hablaba con una voz chillona y le hacia muecas.

Jaime sonreía agitando las manitos por los mimos de su padre y por otro lado, Steven estaba disfrutando de si tetero, al comer ni el peor ruido lo distraía.

—¡Bucky, amor!— Jordan llamó desde la sala, la mujer llegaba del mercado.

James sonrió de oreja a oreja para sus niños. —¡Llegó mami, eh!— Dijo con emoción haciendo que su princesa riera y su príncipe alzara su cabecita para poder ver a su madre entrar a la habitación.

Taylor entró al cuarto de sus niños con un bebé en brazos, que en ese momento tomaba pecho. Cosa que hizo fruncir el ceño al ojizul más grande.

—¿Amor? ¿Y ese bebé?— Preguntó curioso Barnes.

—Es nuestro, Buchanan. Es Chris.— Jordan enseña al pequeño rubio en sus brazos.

—¿Chris? ¿Cómo que Chris?— Volvió a cuestionar el castaño, más perdido que antes. —¿No eran dos?

—Fueron tres, galán.— Contestó Carson riendo. —Tres.—

Bucky se despertó de golpe y luego su cuerpo golpeó fuertemente el piso, haciendo que su acompañante de cama despertara.

—¿Amor?— Jordan llamó mientras encendía la luz. —James, ¿qué te pasó? ¿Qué haces ahí?— La ojiverde se arrastró hasta el lado de la cama donde antes estaba acostado el soldado.

El ojiazul estaba boca abajo en el suelo. —¡Auch!— Exclamó él.

—¿Otra pesadilla?— Preguntó ella, bajando de la cama hacia el piso y girando el cuerpo de su chico. Su vista fue inmediatamente a la frente roja de su amado.

Bucky sonrió. —No fue una pesadilla, al contrario, fue muy un hermoso sueño.— Contestó él, tomando de la cintura a su chica y sentándola sobre su abdomen. Aún estando en el piso. —¿Quieres saber que soñé?—

—Dale, chismeame.— Jordan le tomó uno de las manos a Bucky y la entrelazó con la suya.

—Que teníamos tres bebés.— Contestó James con un brillo potente en los ojos.

—¡No!— Exclamó. —Tú me quieres matar.— Carson se rió. —Eso sería una locura, mis pechos se caerían mucho y la casa se convertiría en un loquero.—

Bucky rió también. —¡Oh, vamos! Ni siquiera sabemos si te dolerá cuando vayan a nacer, eres dios. Y de igual manera, con o sin pechos firmes te verías hermosa.—

—Lo de los pechos firmes nos es por ti, es por mi.— Jordan respondió tomando sus senos en sus manos y levantándolos. —Me gusta verlos arriba.—

GOD IS A WOMAN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora