Capítulo. 38

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Los nombres.

Una semana entera Bucky había sufrido de los efectos del embarazado, tuvo mareos, muchas nauseas, dolor en la parte baja de su abdomen. En fin, él parecía estar más embarazado que Jordan, misma que solo comía todo lo que le provocaba mientras el pobre soldado sufría. Un viernes, los futuros padres viajaban en auto hacia Coney Island para disfrutar de ese día tan pacífico en la playa.

Bucky iba conduciendo tranquilo, con unas gafas puestas, aliviado de ya no tener tan feos malestares y pensando en de que color pintaría el cuarto de sus hijos, hasta que escuchó la voz de su chica.

—¡Párate aquí! Quiero un McDonald's.— Chilló Jordan señalando el restaurante de comida rápida.

—Muñeca, te acabas de comer un sándwich. Estarás llena para cuando lleguemos a almorzar a la playa.— Habló con dulzura el hombre.

La ojiverde lo miró con seriedad para después batirse en el asiento haciendo un berrinche. —¡Quiero una BigMac!— Gritó y luego lo miró haciendo un puchero. —¿Me la compras? No seas así.—

Bucky se río un poco y giro el volante para entrar al autoservicio. No podía decirle que no a los pucheros de Jordan. —Te tengo demasiado consentida.—

Taylor le sacó la lengua. —Pide con papitas y Cocacola.— Dijo ella señalando la bocina al lado de la ventanilla de James.

El Sargento hizo todo lo que ella le pidió y minutos después, el todopoderoso hacia un baile de felicidad mientras se comía una papita. El castaño volvió a reír. —¿Quién lo diría? Jordan Taylor actuando como una niña.— Comentó mientras volvía al camino.

Jordan arrugó la nariz con las mejillas llenas de bocado de su hamburguesa, una imagen muy tierna. —¿Quieres?— Preguntó extendiéndole una papita.

Bucky tomó la mano de la chica para dirigir la papa a su boca, después de tomarla soltó la mano ajena. —Te debo aún la cita.—

—Si, señor.— Dijo ella en tono militar, para luego tomar de su refresco. —Muerde.— Mandó ella acercándole la hamburguesa a la boca.

James mordió la BigMac con la mirada aún en el camino. —Al menos compartes.— Habló con la boca llena, que cubría con su mano.

—Yo no soy como tú, que esconde las oreos y la mantequilla de maní para no darle al otro. Egoísta.— Respondió Jordan en tono acusador.

—Es que... No me dejas nada después.— Fue el turno del ojiazul de quejarse.

—Si, ajá. Excusas, excusas.— Se burlo Jordan riéndose y mordiendo otra papa. —Te amo, ¿sabias?—

—Si, yo también te amo mucho.— Contestó Bucky aún con la mirada en el camino pero con su mano en una de las piernas de la chica.

—¿Por qué eres tan perfecto?— Preguntó la mujer embelesada por la imagen de perfil que tenía de su chico.

—Mis papis me hicieron con mucho amor.— Dijo James en broma, viendo a su chica. —¿Y tú por qué eres tan perfecta?—

—No lo sé, quisiera decir lo mismo que tú pero nací de una explosión.— Respondió Jordan llevando su mano hacia el hombre a su lado para acariciarle la barba con dos días de crecimiento.

GOD IS A WOMAN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora