Capítulo. 61

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Un cierre.

—Viktor.— Llamó el Capitán Pávlov a su amigo.

—¿Si, señor?— Preguntó el científico Domninion.

—¿Ya localizaste a McGregor?— Preguntó Hank.

—Aquí estoy, Capitán.— Se anunció Connor, chico que instaló los chips creados por O'conner en los niños.

Pávlov sonrió. —Muy bien, McGregor. Localiza ya a esos niños.—

Connor asintió y caminó hacia las computadoras, tecleó rápidamente algo. Lo satélites empezaron a alinearse y en el mapa que enseñaba la pantalla puntos rojos aparecieron. Después de un rato, 22 puntos estaban presentes. —Aquí tiene a sus niños.— Contestó seco el chico.

—Gracias, fue un placer.— Hank le disparó al joven chico en la cabeza para eliminar testigos, asustando a su amigo científico. —Doctor, preparé a Lucy, mañana temprano inciaremos con el plan.—

—Si, mi señor.— Contestó Viktor saliendo del lugar apurado. Su "amigo" estaba fuera de control.

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Jordan al entrar a la habitación, quitó de su cuerpo el vestido manchado de sangre y se quedó observando el rojo que ahora teñía la tela blanca con pesar. Suspiró y caminó hacia el baño, colocó en remojo lo manchado y entró a la tina que posteriormente llenó de agua. Su mente estaba batallando con todos los pensamientos sobre el evento anterior en la habitación de junto.

¿Por qué sus pensamientos se nublaron tanto allá? ¿Por qué tenía la convicción de asesinar a ese hombre teniendo otras soluciones en mano?

Siempre llegaba a la misma conclusión, ella estaba completamente loco y no era para menos, su vida tampoco ha sido un cuento de hadas y quizás no soltar el dolor, guardárselo para ella le estaba jugando en su contra ahora.

Taylor salió de la tina, ya más calmada y entró de nuevo en la habitación, donde se colocó una pijama de seda. Luego, tomó asiento en la cama, dejando su espalda en la cabecera y sus pies sobre el colchón, no podía dormir sin Bucky así que lo esperaba.

James hizo acto de presencia en el lugar dos horas después, se veía tranquilo pero algo despeinado. 'Seguramente Fury lo hizo correr', pensó Jordan al verlo. El ojiazul miró hacia la cama y sonrió al ver a su chica ahí, más tranquila pero no lo suficiente, cosa que notó él en el color verde de los ojos ajenos.

—Pensé que dormías.— Comentó Barnes, quitándose el saco, la corbata y la camisa de su traje negro.

Jordan negó como una niña pequeña. —No puedo dormir sin ti.— Dijo en voz baja, jugando con las sábanas de la cama.

—¿Quieres hablar de lo que pasó?— Preguntó Bucky al percatarse que Taylor no había hecho un comentario referente a su acto de desvestirse o con referencia a sus músculos como siempre hacia.

Carson asintió frenética. —Date una ducha primero, te espero.— Sonrió un poco antes de acostarse en la cama, con la mirada en el techo.

GOD IS A WOMAN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora