Capítulo. 84

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God is a Woman.

—¡Tienes razón!— Gritó Jordan, al final de la calle. —Y aquí estoy.—

Mephisto sonrió de oreja a oreja. —Al fin llegaste.— Dijo.

Naiara y J.C aún seguían inconscientes, gracias a ello, dos demonios extrajeron sus almas.

—Ya sé lo que quieres.— Habló Taylor caminando un poco más cerca del demonio. —Deja en paz a mis hijos y te doy mi alma.—

—¡Mami, no!— Grita Jaime desde la jaula.

Steven negaba con la cabeza al igual que Chris, podían perderla y no querían. Bucky estaba siendo sostenido por Sam, ya que una de sus costillas se había roto por culpa de los escombros que Mephisto le tiro encima.

El actual príncipe de las tinieblas observó con más atención a dios. —¿Sin trucos?—

—Sin trucos, solo quiero que dejes en paz a todas estas personas.— Dijo Jordan, colocando una mano en su pecho y sacando de alguna forma su alma, la cual era una esfera violeta bastante brillante. La mujer inmediatamente se puso pálida y débil, le estaba entregando prácticamente todo lo que era.

Mephisto no pudo estar más contento con lo que veía, así que soltó a los niños. Jaime corrió con Chris en brazos hasta Bucky, seguida de Steven. Los tres nenes abrazaron a su progenitor con mucha fuerza y este de igual forma. Barnes estaba evidentemente preocupado por la madre de sus hijos, no quería perderla, no estaba listo.

—Dame, dame.— Lucifer extendió su mano, para recibir la esfera con el alma de Jordan. La bola violeta, flotó hacia él. —Tú alma es hermosa.— Reía con cinismo.

Jordan empezó a toser, con una mano en el pecho. Cayendo de rodillas y con las manos en el suelo por un mareo.

—Arrodillénse todos ante mi. ¡Les habla el ser que venció a Dios! Arrodíllate Jordan.

—No.— Negó ella. —Mi nombres es Caos.—

Los hijos de la castaña estaban sollozando, al menos los mayores, porque Chris estaba sonriendo, su mamá había engañado al diablo. Mephisto frunció el ceño cuando la esfera en su mano se disolvió, era puro polvo y cuando observó a Taylor, el cuerpo de la misma estaba empezando a suspenderse en el aire, cuando alcanzó la altura máxima, unas estelas violetas causaron una explosión y levantaron polvo.

Los demonios que acompañaban a Mephisto se atemorizaron tanto, que corrieron devuelta a la biblioteca para regresar a donde pertenecían

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Los demonios que acompañaban a Mephisto se atemorizaron tanto, que corrieron devuelta a la biblioteca para regresar a donde pertenecían. Jordan seguía transformándose en lo que era realmente, su poder la envolvía, a la vez que una espada que cayó del cielo también lo hacia.

GOD IS A WOMAN  ||Bucky Barnes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora