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Alessandro.

Morgan se quedó dormida en mi pecho, experimentamos un poco más y aunque nunca ha llegado a más, la mamada que me ofreció por la noche pareció ser hecha por una profesiónal.

Mientras estaba dentro de ella el placer recorrió todo mi cuerpo y jamás me había sentido tan excitado con solo ver unas piernas moverse y con Morgan esa sensación me sobre pasa por completo.
Decidí quedarme con ella en la cama, descansar un poco más y poder aprovechar el día antes de llegar a casa.

Cuando vi por primera vez a Morgan, sobre todo cuando comencé a conocerla, parecía tímida con desconfianza sobre todas las cosas y ahora es todo lo contrario. Me demuestra lo segura que es y aunque a veces el nerviosismo la tomé por completo tiene el valor de seguir haciendo las cosas.
La tomé entre mis brazos y la pegue mucho más a mi, me gustaba tenerla cerca, sobre todo poder abrazarla. Su cuerpo es tan pequeño a comparación del mío, que puedo rodear su cuerpo con un solo brazo.

Me quedé concentrado en su rostro, sus facciones tan finas y su nariz respingada, sus labios carnosos y esas pestañas largas y pobladas. No parecía ser una niña de 17 años.

Poco a poco comenzó a removerse y abrió sus preciosos ojos.

-Buenos días.

-Buenos días nena, ¿Cómo dormiste?.

-Muy bien, ¿Y tú?.

-Demasiado bien, ¿Que te apetece desayunar?.

-Mm, lo que sea está bien. No tengo mucha hambre.

-Bueno, vamos a la cocina. Puedo prepararte algo.

Morgan gateo sobre la cama dándome una espectacular vista de su culo, rápidamente la corriente de electricidad viajo por todo mi cuerpo y mi pene comenzó a despertar.

-Ups, creo que tu amigo acaba de despertar.

Morgan señaló mi casa de campaña y comenzó a reírse.
Me levanté de la cama y me acerque a ella, la jale hacia mí, dejando que mi pene rozará con su coño.

-Tu eres la culpable de esto, no tienes por qué darme vistas como estás cuando recién vamos despertando.

-Ya veo, lo lamento. Luego podré hacerme cargo.

Se safo de mi agarre y camino hacia el baño, se dio una ducha mientras que yo hacía el desayuno, salió de la habitación con su cabello envuelto en una toalla y mi camisa puesta.

-Te queda muy bien.

-¿Tu crees, no te molesta cierto?.

-Para nada, te ves sumamente hermosa.

Morgan sonrió y se acercó a mi, me dio un beso pequeño y se sentó junto a mi.
El desayuno paso en total tranquilidad hasta que su celular comenzó a sonar una y otra vez al punto de desesperarme.

-Deberias ver quién es.- tomo su celular y reviso todo el contenido, sus ojos se abrieron como platos y escupió el sorbo de agua que estaba bebiendo.- ¿Que sucede?.

-Na-nada, sigamos desayunando.

-Morgan, hablo en serio, ¿Que sucede?.

-Aggg, vale. Hay un chico en el colegio, su nombre es Dante, invento el rumor sobre una supuesta "relación" que tiene conmigo. No se cómo pudo inventar algo de esa magnitud.

-¿Que piensas hacer al respecto?.- Los celos invadieron por completo mi torrente sanguíneo, ese cabrón no podría abrir más su boca porque se las vería conmigo directamente.- No seguirás el juego, ¿Cierto?.

E N T U P I E L  |B O R R A D O R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora