78

2.4K 204 14
                                    

Morgan
Los días pasaron y con ellos mi dolor fue cesando un poco. Había días en que ni siquiera podía ponerme de pie por el inmenso dolor que sentía, había otras veces en que prefería estar sola y encerrarme en mi habitación y otras, en que me la pasaba detrás de todos buscando alguna actividad para despejarme.

Ya habían pasado tres semanas desde la ultima vez que lo ví y aunque fui muy clara con los acuerdos de la ruptura, tuve la más mínima esperanza en volver a verlo, pero de nuevo, me decepcioné.

Las chicas, Enzo y yo íbamos de camino hacía el salón de belleza. Faltaba solo una semana para la graduación y todos queríamos cambiar nuestro estilo, vernos diferentes para brillar al máximo o eso quería pensar, "cerrar ciclos" sin decirle a nadie.

-Morgan, ¿que te harás en el cabello?

-No lo sé, tal vez mechas, tal vez lo corte hasta el hombro.

-¡No, estas loca, no vas a cortar tu cabello!

Enzo parecía guarro, detrás de mi y con su mirada sobre mi para evitar que cortara mi cabello. Y no lo haría, mis padres me matarían si se enteran que lo corte.
Después de un buen rato en que nos consintieron la cara, los pies y las manos. Decidimos lo que queríamos.
Cambiaría el tono de mi cabello a un castaño claro con corte en capas. Solo así me sentiría satisfecha.

Regina quien se encargo de teñir mi cabello, me recomendó varios shampoos y tratamientos para poder cuidar el tono.
Pasaron alrededor de tres horas cuando todos estábamos listos.
Lizzy tiño su cabello de negro y corto su cabello hasta la cintura, Caroline corto su cabello hasta los codos y se hizo fleco, se veían muchísimo más hermosas.
Enzo corto su cabello de los lados, casi al ras del cuero cabelludo y dejo largo la parte de en medio, realmente se veía guapo.
Y bueno yo, me veía bien, el tono relajaba mis facciones pero intensificaba el color de mis ojos.

-Te ves muy hermosa, se ven muy hermosas aclaro.

-Tu igual te ves bien, ese corte te favorece.

Salimos tarde del salón de belleza y aunque no quedaba muy lejos de casa preferimos darnos prisa, las calles en Italia comenzaban a estar solos alrededor de las siete de la noche y para no correr peligro, apresuramos el paso.
Afortunadamente aún había algo de gente por donde caminamos para llegar pero al igual que nosotros, todos caminaban muy rápido. Al llegar a casa, cada uno de nosotros se fue a su habitación para descansar, mañana tendríamos que ir temprano al colegio a dejar listos los últimos tramites para la universidad.
Me deshice de toda mi ropa y me cubrí con mi pequeño camisón, por las noches hacía un calor infernal, justo antes de entrar al baño, una mano me jalo del brazo y tapo mi boca.

-Cállate, cállate, soy yo.

¿Alessandro?
Justo en ese momento me soltó y me aparte de él.

-¿Que demonios estas haciendo aquí?

-Vine hablar contigo.

-Yo no quiero escucharte.

-Pues no me importa, solo lo escucharas y me iré.
No hay justificación para lo que hice, lo aceptó. Simplemente me deje llevar por sus coqueteos y si soy un hijo de puta. Lo siento y no mereces seguir esperanzada o lo que sea, me voy a ir de tu vida.

-Que débil fuiste Alessandro.

-Lo sé, adiós Morgan.

Me jalo del brazo y me beso, sentí repulsión pero tampoco no me despegué de él, lo besé, seguí el juego y de pronto ya estábamos sobre mi cama. Él encima de mi como siempre y aunque estaba quedando como estúpida al menos necesitaba probarlo una vez más, antes de que ambos desaparezcamos de la vida del otro.
Nos deshicimos de nuestra ropa, sus manos viajaron por todo mi cuerpo y se aferro a mis caderas cuando me embistió.
Seguimos follando hasta que me canse de ser su sumisa y lo monte, sus manos cubrieron mis pechos y apretaron mis piernas.

-Estas demasiado delgada.

-Si el idiota con el que estaba no me hubiera sido infiel, no estaría delgada.

Soltó una risa amarga y siguió, su pena cada vez entraba con más fuerza y sus besos ya quemaban mi piel.

-Te amo Morgan.

Quise contestar lo mismo y estuve a nada de hacerlo, pero me quede callada y seguí moviéndome. No paso mucho para que ambos termináramos y nos acurrucáramos, como si nada hubiera pasado. Pero ambos sabíamos que esta, es la despedida.

*
Desperté por los gritos de Enzo detrás de mi puerta, maldito niño.

-¡Morgan ya es horaaaa, vamos a llegar tarde por tu culpa!

-¡Ya voy idiota, ya te escuche!

-Entonces mueve tu culo.

Dejo de gritar y me levante de la cama, todo mi cuerpo dolió y recordé lo que había pasado la noche anterior. Volteé hacia el otro lado de la cama y él ya no estaba se había ido.

La ventana estaba un poco abierta y parte de la cortina estaba fuera, camine hasta ahí y cerré la ventana correctamente. Camine al baño y me duche, me arregle y maquille muy rápido, antes de salir de la habitación, en la mesa de noche había una pequeña notita y de no ser por la letra, no le habría tomado importancia.

"Morgan.
No me queda otra opción más que marcharme de tu vida. Fui muy feliz al estar contigo, al poder llamarte mía, disfrute tu compañía y muchas más cosas, lamento el daño que te cause y como te falle.

Espero algún día puedas perdonarme y sobre todo volver a vernos. Te amo nena, llevaré el caso de Lety de la mano y ella no se volverá acercar a ti. Cuídate mucho y cumple tus sueños, estoy seguro que tus padres entenderán las razones por las cuales no estudiaras lo mismo que ellos, se valiente.
Hasta pronto".

Me fue inevitable llorar, aunque me dolía lograba encontrar un poco de paz en la situación, nos amamos con locura, vivimos demasiadas cosas y ambos nos enseñamos demasiado, lo fuimos todo en la nada y eso era todo, hasta aquí llegamos.

Guarde la pequeña nota en mi mesa de noche y salí de la habitación, los chicos ya se encontraban en la cocina tomando un poco de leche para irnos. Todo paso normal, como si nada hubiese pasado, estando en la escuela cada uno tomo su camino.
Enzo se fue directo hacia el edificio de artes a dejar sus papeles, estudiaría fotografía.
Las gemelas fueron al edificio de ciencias de la salud, donde dejarían sus papeles para estudiar psicología y medicina.
Y yo, estaba frente al edificio de ciencias políticas, donde podría estudiar derecho.

Claramente no era lo que yo quería, no quería seguir los mismos pasos que mis padres, por lo que cambie mi rumbo.

-Buenos días, vengo a dejar mis papeles.

-Buenos días señorita, su nombre por favor.

-Morgan Rizzoto Givench

-Bien señorita Rizzoto, ¿Para que carrera?

-Periodismo.

-Perfecto, firme aquí y aquí. Los resultados saldrán alrededor de un mes, los encontrara publicados en el salón 206.

-De acuerdo, gracias.

Salí del edificio y camine hacia el punto de encuentro con mis amigos, Enzo era el único que estaba ahí.

-¿Segura?

-Claro que si, lo entenderán.

-Estoy orgulloso de ti.

-Y yo de ti.

********
Hola chiquillas, disfruten mucho este capítulo. No olviden votar y comentar.

Recuerden que la convocatoria para la editorial sigue abierta, los datos están en mi perfil.

Las amo.❤️

Ig: raaquellr7

E N T U P I E L  |B O R R A D O R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora