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Morgan.

Lo que Bruno me dijo me dejó con un mal sabor de boca y aunque no quise creerle, tenía razón.
Nos quedamos un rato bajo las gradas, después de eso me puse de pie y él me siguió, entramos al colegio y seguimos nuestro camino hasta el salón de clases, entrando Enzo me hizo una mala cara y tome asiento junto a él.

-¿Porque me ves de esa manera?.

-¿Dónde estaban?.

-Bruno fue a buscarme y se quedó un rato conmigo, ¿Por?.

-¿No te has dado cuenta?.

-¿Sobre qué?.

-Le gustas a nuestro querido amigo.

-¿De que hablas?, Claro que no.

-Yo solo digo lo que veo y no me gustaría que después tengas problemas con Alessandro por él.

-No los tendré y estoy segura de que no le gustó.

-Eso lo veremos, ahora presta atención a las clases, después te llevo a qué mates Alessandro.

El día paso lento e incómodo, no le veía fin a nada, las clases seguían y seguían. Pense que nunca iban acabar y para mí suerte el maestro de filosofía tuvo un accidente y faltó el día de hoy al colegio, así que nos dejaron salir mucho antes.

-¿Quieres que te lleve?.

-¿Puedes?.

-Claro, sirve que voy a comprar unas cosas y así me llevo a tus amigos para que no estén encerrados.

-Vale, gracias!

-Despues me agradeces.

Subimos al auto de Enzo y manejo bastante rápido, sabía exactamente porque, comenzaba a parecerme a una bomba de tiempo y lo que menos quiero es que los chicos que vienen atrás me vean en mi peor momento.

Llegamos al gran edificio y solo me despedí de ellos, entre con mucha prisa y subí hacia su oficina. Afortunadamente no había nadie a mi alrededor así que entre sin pedir permiso y lo encontré dándome la espalda, viendo hacia la ventana.

-¿Que quieres Lía?, Ya te he dicho que no voy a salir contigo, voy a estar con Morgan y ya bastantes problemas me vas a causar con la estúpida foto que subiste.

-No soy Lía.

-¿Ne-nena, que haces aquí?.

-Venia hablar contigo sobre tu dulce amiguita, pero ya me quedo claro.

-¿Estás molesta?.

-Si, lo estoy.

-Vamos, tienes que confiar en mí.

-Y lo hago, pero no en ella.

Me senté frente a él y lo vi de la manera más fea que tengo y aunque me vi como un gato frente a un león, logré incomodarlo un poco.

-¿Ya estás más tranquila?.

-Ya, y más te vale dejarle en claro las veces que sean necesarias que tienes novia y que en la vida normal, mando yo y en la cama tú, ¿De acuerdo?.

-De acuerdo nena, ahora ven, dame un beso.

-No.

-¿Perdón?.

-Lo que escuchaste, me hiciste pasar un muy mal momento y gracias a eso, te mereces un castigo.

-No seas ridícula.

-¿Perdón?, Ridículo tú, no vas a follar hasta que yo quiero, ¿Entendido?.

-Estas mal Morgan, muy mal.

-Y más te vale no hacer una tontería, porque te aseguro que te vas arrepentir.

-¿Ahora tu mandas?.

-Es lo que dije.

-Está bien, veremos quién manda.

-Lo veremos.

Las palabras de Bruno rondaron por mi cabeza mientras desafia a Alessandro, tendría que ver si era real o no.
Me quedé junto a él mientras le ayudaba a engrapar y archivar ciertas cosas, hasta que el sueño poco a poco me venció y me quedé dormida sobre su escritorio.

-Nena, despierta!

-¿Mmm?

-Morgan, despierta, tenemos que irnos.

-¿Ya?.

-Ya nena, vamos.

Me incorporé y camine hasta él para darle un abrazo y acomodarme en su pecho.

-Nena no hagas eso, te vas a dormir y no puedo cargarte hacia el auto, aún hay gente que puede vernos.

-Lo se, lo se.

Me despegue de él y talle mis ojos varias veces, acostumbré mi vista a la luz y camine hacia la puerta.
Bajamos hasta el estacionamiento y subí al auto con él, mis ojos pesaban demasiado y aunque intentaba dormir, no podía.

-Nena, saldré de viaje, llegaré como en dos semanas. Tengo que ir a Francia a cerrar un trato de mi padre, él no puede ir porque está al pendiente del caso del señor Harry.

-¿Me vas a dejar?.

-Lo siento nena, te juro que intentaré hacer más cortas esas semanas.

-Está bien, te estaré esperando, igual puede que el castigo sea más corto.

-Eso espero, porque no puedo vivir sin ti.

Entrelazó nuestras manos y siguió rumbo a mi casa, al llegar solo le di un pequeño beso y me despedí de él.

Subí a mi habitación y aún con el uniforme me cubrí con las mantas.
Alessandro se iría dos semanas, me quedaría dos semanas sola en compañía de Bruno y las gemelas.
Realmente odiaba la idea, pero es parte de su trabajo y aunque no quiera me tengo que acostumbrar el tiempo que este a su lado, al igual que toda mi vida con mis padres.

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Hola, hola!
Por fin tuve tiempo de escribir un poco, el jueves me vacunen y no saben lo mal que la pasé, tuve Temperatura toda la noche y un dolor de cabeza horrible, afortunadamente ya estoy mucho mejor, solo con el dolor del brazo.
Espero les guste y ahora sí, prepárense, porque todo puede pasar jsjsjs.

No olviden votar y comentar, besos.

Las amo.❤️

Ig: raaquellr7

E N T U P I E L  |B O R R A D O R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora