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Morgan.

Alessandro me comenzaría a conocer, no como la Morgan dulce y tranquila, si no una doble él. Claro está que soy un poco vergonzosa y las cosas me dan miedo, pero no voy a dejar que nadie pase sobre de mi.
Estuve hablando con Enzo antes de que Alessandro entrara a la habitación, vendría cualquiera de estos días a pasar las vacaciones conmigo y claro que lo cumplió, a primera hora apareció en las puertas de la casa y comenzamos el plan de obviamente el me puso en mente.

-Tienes que estar tranquila y así te estés muriendo por qué te folle, se más fuerte que él. ¿De acuerdo?

-Lo haré, ahora termina de comer y date prisa, le diré que iremos al club que está cerca de aquí. Obviamente tiene que ir él para que me dejen entrar.

-Desventajas de ser menor de edad.

-Callate anciano, date prisa.

Enzo me llevaba dos años, repitió segundo año de prepa y por eso ahora está conmigo, le he aprendido varias cosas.
Alessandro no nos dejó solos ni un minuto, su vista nos recorría una y otra vez hasta que nos encerramos en mi habitación. Enzo se dicho primero y después yo, la confianza que nos tenemos es muchísima que varias veces nos hemos visto en ropa interior sin mal pensar nada.
Comenzamos arreglarnos y justo antes de que dieran las ocho, salimos de la habitación, mis padres como mi tío ya se encontraban en casa.

-Enzo, que gusto verte cariño, ¿Cuando has llegado?.

-Hoy la mañana, espero no incomodar.

-Para nada, los amigos de Morgan son bienvenidos cuando quieran.

-¿A dónde van?.

-Iremos al club, ¿No hay problema verdad?.

-No, váyanse y diviertanse mucho.

-Le avisan Alessandro por favor, por si quiere ir.

-Claro muñeca.

Salimos de la casa y nos montamos en el auto de Enzo, el club no quedaba tan lejos de casa, así que llegamos muy rápido. La fila para entrar era un poco larga pero Enzo siempre tenía un az bajo la manga y entramos sin ningún problema. El ambiente era de locura, las luces se reflejaban por todos lados, la música sonaba muy fuerte y todo estaba repleto de personas.
Enzo se acercó a mi y me pasó delante de él sin soltarme de la mano.

-Estoy seguro de que encontraremos un buen lugar, solo no te despegues de mi.

Caminamos un par de minutos hasta que encontramos una mesa al centro del club. Realmente daba una muy buena vista y estaba en medio del lugar, perfecto para seguir con este pequeño juego.
Pedimos un par de bebidas y comenzamos a disfrutar la noche, la música era muy buena, la gente realmente disfrutaba del ambiente.
Enzo y yo comenzamos a bailar un poco más de cerca, casi nuestros cuerpos rozaban y en ese preciso instante sentí una mirada sobre de mi.

-Ya está aquí.

-¿Donde está?.

-Está del otro lado del club, pero claramente nos está viendo, ¿Estás segura?.

-No, pero tengo que hacerlo.

La suerte parecía estar de mi lado cuando las luces rojas iluminaron el club por completo y comenzó a sonar la canción más "hot" de los años.
Comencé a moverme sensualmente muchísimo más cerca de Enzo, sus manos bajaron hacia mi cintura, nuestros movimientos eran lentos. Hasta que el se safo de mi y se perdió entre la gente para ir detrás de una chica que lo enamoro desde que entramos.

El plan seguía conforme lo habíamos planeado, su mirada seguía sobre de mi, la sentía en todo mi cuerpo.
Mis movimientos fueron más lentos y mucho más sensuales, pase mis manos por todo mi cuerpo, recorriendo mis curvas.
Un tipo se acercó a bailar conmigo y ahí fue cuando Alessandro apareció y lo apartó, puso su manos sobre mi cadera e intento deterneme pero no cedí.

E N T U P I E L  |B O R R A D O R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora