E N T U P I E L |B O R R A D O R|

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Morgan.

1 mes después...

Hoy es domingo, se cumple exactamente un mes desde que Alessandro se fue y aunque todavía tengo una sensación agridulce en mi corazón, ya no me siento tan mal.
Mis padres estuvieron unos días con nosotros, ya que la situación de Harry se ha normalizado un poco. Afortunadamente no decidieron quedarse mucho tiempo se fueron dos días después.

Enzo ha estado al pendiente de mi, ya que los primeros días la pasé muy mal. Bruno, Lizzy y Caroline me han animado y aunque las cosas ya tienen un poco más de compromiso entre él y yo, aún no estoy lista para dar un siguiente paso.

Llegando al colegio, cada uno tomó su camino, ya que faltaba muy poco para elegir universidad y aunque yo no sabía que quería, la mayor parte de las veces he acudido a las asesorías de las universidades de Inglaterra, mientras que los demás van a Canadá y estados unidos.

Todo paso con normalidad, pedían trabajos y alguna que otra autobiografía sobre como nos veríamos en unos años, todo marchaba bien, las asesorías terminaron y al salir todos ya estaban en la entrada para irnos.

-Hola nena, ¿Cómo te fue?.

-Bien, ¿Y a ustedes?.

-Bien mejor amiga, gracias por preguntar.

Enzo lo grito desde atrás, ya que venía con las gemelas y yo frente de ellos con Bruno. Solté una risa y le estire la mano, Bruno se había encargado de hacerme sentir muy bien y decirme lo valiosa que era para todos, cosa que me agradaba, pero no podía seguir más haya de eso con él, algo me detenía y aunque me gustaba, no podía.
Enzo se quedó conmigo varias noches mientras me sentía mejor y ha estado en mis peores momentos así que no lo puedo cambiar por unas cuantas palabras de Bruno.

-¿Te sientes segura de esto?.

-¿De que?.

-No te hagas tonta, yo me doy cuenta de todo y más con Bruno. ¿Estás segura Morgan?.

-No.

-¿Entonces?.

-Claramente me gusta, pero hay algo que me dice que no puedo ir más haya con él.

-¿Alessandro?.

-No menciones a ese tipo, no es eso, algo me detiene, como una alerta.

-Morgan Morgan, solo espero que tomes la decisión correcta.

-Lo haré.

Seguimos caminando hasta llegar a casa, Enzo prácticamente ya vivía con nosotros solo iba por ropa a su casa y regresaba, cosa que me gustaba mucho porque solo así podría controlar un poco a Bruno.

Comimos un poco arreglamos nuestras cosas y nos acostamos en la sala para poder ver películas, todo iba bien, me sentía tranquila, sin ningún tipo de malestar.
Después de un rato el timbre sonó y todos nos extrañamos, ya que no esperábamos a nadie.

-Ponganle pausa, yo abro y ustedes rellenan los botes.

Me levanté de prisa del suelo y camine hasta la puerta, me tarde un poco en abrir porque no encontraba las llaves y volvió a sonar el timbre.

-Ya voy, ya voy!

Le di vuelta a la manija y justo cuando abrí la puerta una mano me jalo fuera de la casa y tapo mi boca.

-Tranquila, tranquila. Soy yo, solo no quiero que armes un escándalo y salgan tus amiguitos.

Era Alessandro, no pude decir nada simplemente me quedé callada y una pequeña astilla se incrustó en mi corazón.