74

2.8K 194 8
                                    

Alessandro

Morgan y yo terminamos sumamente cansados, el motivo era más que claro. Pero me encanta llevar a Morgan a esos limites en donde ella ni siquiera se reconoce, la pegue a mi pecho y nos dormimos.

A la mañana siguiente me desperté más tarde de lo normal y como cada mañana estire mi brazo para poder tomar a Morgan entre mis brazos, pero no estaba y el frio de su lugar me alerto.

-¿Morgan?.- Me levante de la cama y la llame varias veces pero no aparecía por ningún lado.-¿Segura que no estás jugando a las escondidillas o algo similar?

En ningún momento apareció, llegue a pensar que pudo haber salido del departamento por algo de comer. Entre al baño, me di una ducha y al salir me vestí con algo ligero y cómodo. Pasaron diez minutos cuando escuche la puerta del departamento, Morgan venía hablando por teléfono.

-Lo sé, no entiendo como tuvo el valor de decirte las cosas. ¡Ni siquiera le voy a decir nada!.- Salí de la habitación y me acerque con demasiada precaución hacia ella, se escuchaba realmente alterada y afectada, la persona con la que estaba hablando parecía ser muy insistente con un tema en particular.-No le voy a decir nada, ¿Sabes lo que pasaría si Alessandro se enteran de todo este teatrito?, Lo mata Enzo.

¿De que teatrito hablaba? ¿Y porque con Enzo?

-Entiende que esto no puede salir de nosotros, ¿te dijo algo más?.
¡Maldito mentiroso, el contacto a Lety!, lo escuche hablar con ella, salió de su maldita boca, por esa misma razón lo corrí de la casa, solo a él porque sus hermanas no tienen la culpa.

De repente como si se tratara de una película, las piezas en mi cabeza comenzaron a unirse. Su actitud y sus preguntas, su respuesta a cada una de ellas. La única persona cercana que pudiera hacerle daño, cercana a nosotros es Bruno, es el único que tiene hermanas y que vive en su casa, ¡Maldito cabrón!

Me acerque rápidamente a Morgan y la tomé del brazo para voltearla hacia mi.

-¿De que mierda estas hablando?

-Alessandro, no-no es nada.

-¿Como que no es nada Morgan?, Estas hablando de que el maldito de Bruno fue el causante de tu secuestro, ¡¿y dices que no es nada?!, ¿QUE DIABLOS TIENES EN LA CABEZA?

La hice a un lado, tome las llaves del departamento, del auto y salí corriendo hacia el. Claramente mi cabeza no estaba procesando de manera correcta la situación, mucho menos el coraje que se acumulaba en mi pecho, ¿ese hijo de puta como pudo atreverse?

Encendí el auto ignorando los gritos de llamado de Morgan y salí como bala del estacionamiento, esperaba encontrarlo en su casa para darle la golpiza que se merece.
Llegando a su casa, todo estaba muy tranquilo, aunque se lograban escuchar ciertas voces. No me tome la molestia en tocar el timbre y abrí la puerta, camine por la sala y toda la planta baja sin encontrar a nadie, hasta que lo vi en el jardín como si nada pasará. Enzo venía corriendo hacia mi y una parte de mi quiso controlarse pero la otra fue más rápida que pude esquivarlo por completo e irme tras de Bruno.

-¿Que carajos tienes en la cabeza?, ¿te parecía chistoso poner en peligro la seguridad de Morgan?

Empuje a Bruno varias veces hasta que me fui en contra de él con golpes. Ambos estábamos en el piso peleando, los golpes se lograban escuchar muy fuerte aparte de los gritos de las niñas y los intentos de Enzo para poder separarnos.

-Basta Alessandro, por favor, lo vas a matar!

Morgan ya estaba en la casa y al igual que Enzo, trataba de separarnos mientras las hermanas de Bruno gritaban pidiendo ayuda. Me separé de él cuando deje de recibir golpes y lo deje tendido en el piso.

E N T U P I E L  |B O R R A D O R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora