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Morgan

Mi madre me despertó desde muy temprano, Martin dijo que comenzaríamos a trabajar desde las nueve pero no aclaró que a esa hora tendríamos que estar listos.
Cuando baje, todo la casa estaba llena de personas que entraban y salían con ropa o luces, por un momento me dio pánico y estuve a nada de regresar a mi cuarto y hundirme en el colchón, pero me detenía abruptamente cuando recordaba toda la confianza que Martin tiene en mi.

-Veo que despertaste de malas, ¿te ofrezco un café?

-Por favor, olvidaste mencionar que antes de las nueve tenía que estar lista.

-Lo lamento, fue un pequeño error. Ahora ven, toma esta taza y sígueme. Las chicas que te van a maquillar ya están aquí.

Fui detrás de él por todo el jardín hasta que llegamos a una pequeña casa de campaña bastante grande, dentro estaban tres mujeres, dos de ellas me tomaron de las manos e inmediatamente comenzaron a preparar mi rostro y peinar mi cabello.

Pasaron alrededor de dos horas cuando por fin terminaron conmigo y me enseñaron los vestidos.
Todos en un orden y aunque de nuevo me dio pánico me arme de valor y vestí.

Al salir de la casa, todos absolutamente todos se quedaron petrificados y no despegaron su mirada de mi. Inmediatamente Martin se acerco a mi y me llevo hasta el punto donde serían las fotos.

-Necesito ver que tan libre te sientes para posar frente a la cámara. Así que este momento es todo tuyo.

Claramente me gustaba tomarme fotos y ser demasiado activa en redes sociales, por lo que inmediatamente comencé hacer lo que ya tenía aprendido. Y aunque por un momento pensé que el iba a detenerme, no lo hizo y me dejo hacer de las mías.

-Ve a cambiarte, haz hecho un buen trabajo.

Y así seguimos durante la mayor parte del día, entre cambios de vestuario y "colaboraciones" con Enzo y las gemelas.

Martin nos dio la libertad de poder jugar y hacer alguna que otra tontería, para que las fotos se vieran muchísimo más naturales.
Al terminar, recogieron todas las cosas de mi casa y se marcharon. Todos y cada uno de nosotros estábamos sumamente cansados, pero en especial Martin que ya no podía si quiera mantener los ojos abiertos.

-¿Quieres ir a descansar?, yo me encargo de ordenar esto.

-¿Lo harías?

-Claro que si, va a descansar, mañana podremos seguir con lo que falta.

-De acuerdo, gracias.

Desapareció de la cocina y me dejo sola, lave un poco de trastes y acomodé todo en su lugar. Enzo estaba en la sala arreglando algunas cosas, las gemelas desaparecieron después de su ayuda, igual estaban cansadas y mis padres, ni se digan, se encargaron de hacer la comida para mas de treinta personas.

-He terminado, ¿que tal estas?

-Un poco cansada, no tengo sueño.

-Yo tampoco, vamos al jardín un momento. Me apetece un poco de privacidad con mi mejor amiga.

-¿Sucede algo?

-Ven.

Me tomo de la mano y me llevo al centro del jardín, ahí nos sentamos en el piso. Tenía demasiado tiempo en que no lo hacíamos y recuerdo perfectamente que nos servía para poder hablar sobre todo y ser sinceros.

-¿Como te sientes?

-Justo ahora muy bien.

-¿Como vas con el asunto de aquel hombre?

-Siendo sincera, aun lo extraño. Tengo la esperanza de que regresará y todo será como antes, aunque una parte de mi no le dejaría las cosas tan fáciles.

-¿Lo perdonarías?

-Ya no tengo nada que perdonarle, estoy consiente que nos hacíamos daño.

-Te hacía, eso recuérdalo. Porqué tu jamás le fallaste.

-Lo sé, pero no tengo nada que perdonarle. Carlo ha hablado muchas veces de él y aunque lo hace sin intención estoy consiente de que él se fue para poder sanar. Y me dejo mal con el corazón roto, pero no podía retenerlo, no podía privarlo de su felicidad.

-¿y que piensas del chico que esta dormido dentro de tu casa?

-¿Martin?

-Si, de él.

-Es guapo, pero solo lo veo como un amigo.

-Y eso se lo tienes que dejar claro lo más pronto posible. Porque aunque él te vea como un amigo, en sus ojos se ve la esperanza de que no siempre puede ser así.

-No tendría las palabras correctas para decirle las cosas, pero creo que será suficiente si en algún momento tocamos el tema respecto Alessandro.

-Lo que menos quiero ver, es saber que sigues mal. También tienes que cuidar tu salud, recuerda lo que dijo el doctor, tu vida esta de por medio.

-Lo tengo en mente y créeme que pronto ira cesando.

-Eso espero cara de mono.

-Ahora que estamos siendo sinceros. ¿Tienes algo que contarme?

Automáticamente se puso más que nerviosos y el color se su piel palideció.

-Como que Lizzy es tu novia desde hace mucho y yo no sabía. Tendría que indignarme y enojarme, pero no puedo hacerlo contigo.

-Quería decírtelo, pero con tanto alboroto. La escuela, tu relación y todo, preferimos callarlo, aunque estaba dispuesto a decírtelo.

-Lo se tonto, estoy feliz de que estes con ella y me agrada verlos juntos, solo debes de tener en cuenta que en algún momento ella regresara a estados unidos.

-Hemos hablado sobre eso miles de veces y aunque sabemos que nos va afectar, estamos dispuestos a intentarlo.

-Lo que hubiera dado porque Alessandro se hubiera aferrado a lo nuestro de la misma manera en que tu lo haces.

-Tus padres te lo han dicho, si es para ti. Se volverán a encontrar y lo demás ya lo sabes de sobra.

-Creo que lo mejor es que nos vayamos a dormir.

-Vamos.

-¿Te quedas conmigo?

-Sabes que si tonta, no podría dejarte sola.

Ambos subimos a mi habitación y nos acomodamos en la cama, Enzo me abrazó y me dio un beso en la frente. Inmediatamente comencé a llorar pero ya no fue de tristeza, fue de liberación.

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Ig: raaquellr7

E N T U P I E L  |B O R R A D O R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora