Morgan
Alessandro se fue el sábado por la mañana, pude verlo un día antes de que se fuera, los dos nos pusimos algo tristes, pero al final. Cómo ya lo había dicho, nos tenemos que acostumbrar.
Desperté un poco antes de lo normal y prepare un outfit muy bonito, tenía demasiado que no me vestía así, quedé con Bruno y las gemelas de ir a un parque de diversiones y estar ahí la mayor parte del día. Afortunadamente ayer por la noche terminamos todos los pendientes y teníamos el fin de semana libre de cualquier cosa sobre la escuela.
Termine de ducharme y me vestí, arregle un poco mi cabello, guarde solo lo necesario en mi pequeña bolsa y salí de mi habitación, las gemelas ya estaban listas, solo faltaba Bruno.
-¡BRUNOOO, DATE PRISA!
-Ya voy, ya voy. No tienes que gritar, ya estoy bajando las escaleras.
Al bajar salimos rápidamente de la casa y subimos al auto, el parque quedaba algo lejos de casa y la única ventaja que tenemos es el auto, en autobús sería el doble de tiempo y por lo regular siempre va lleno de gente.
-Lo mejor que podemos hacer en este momento es subirnos a varios juegos antes de desayunar, después de eso recorremos las tiendas y cualquier otro lugar, para que así no terminemos vomitando.
-Estoy de acuerdo contigo nena, yo te sigo a dónde quieras.
Lizzy, Caroline y yo realmente hicimos una amistad muy bonita en tan pocos días. Enzo comenzaba a tenerles un poco de celo ya que parecíamos uña y mugre y aunque intentábamos integrarlo se iba pero se llevaba a Bruno.
Llegando al parque subimos a varias montañas, Lizzy ya no quiso ir con nosotros a la última ya que se mareo bastante y ahora solo nos vio desde abajo, la más emocionada era Caroline quien no dejaba de insistir que fuéramos a la más grande de todas.
-¡Vamos por favor!, No podemos irnos sin subirnos a esa.
-Yo si quiero ir, pero tú hermano dice que no.- voltee a ver muy "feo" a Bruno y le saque la lengua como niña pequeña, él solo comenzó a reír y camino hacia donde estaba el juego.-Mmm, excelente decisión.
Los tres reímos y al llegar inmediatamente subimos, pasaron quince minutos y con el cabello totalmente despeinado y la garganta seca de tantos gritos, bajamos.
-¡HA SIDO LA MEJOR EXPERIENCIA DE TODA MI VIDA!
Caroline me abrazo y yo a ella, claramente lo fue, estando en la punta me dio un miedo terrible, pero la adrenalina del descenso fue lo más exquisito de toda mi vida.
-Ahora vamos a desayunar, que Lizzy debe estar sola.
Los tres fuimos en busca de Lizzy, ella estaba muy cómoda en una mesa fuera de un restaurante, parecía no habernos extrañado.
-Llegamos, ¿Ya has pedido algo?.
-No, justo los estaba esperando, porque Bruno se enoja si no comemos todos juntos, a la par.
Bruno le saco la lengua y se sentó a lado de ella para abrazarla y darle un beso en la frente. Ahora que veo todo esto, como me hubiera gustado haber tenido una hermana o hermano, para vivir cada momento juntos. Y aunque tengo a Enzo, mis momentos más tristes los viví sola, aunque yo sé que él estaba conmigo a la distancia.
Después de haber recorrido la mayor parte del parque y gastado el dinero en cosas innecesarias, regresamos a casa para ver películas. Enzo llegó después de un buen rato con comida chatarra y esas cosas, todos nos acomodamos en el piso y aunque quisimos prestarle atención a la película, no pudimos, nos reímos con cualquier cosa y terminábamos diciendo más tonterías.
-Propongo que juguemos verdad o reto.
-¡No empieces Lizzy!
-No seas agua fiestas Bruno, hay que jugar.
-¿Tú quieres jugar?.
Bruno me volteo a ver y aunque una parte de mi no quería, la otra se moría de ganas de hacerlo y por primera vez le hice caso a la Morgan impulsiva.
-Siendo sincera, si quiero jugar.
Con mi apoyo, Bruno accedió y sentamos en círculo alrededor de una botella de refresco.
-Empiezo yo.- Lizzy giro la botella y termino quedando entre Caroline y Enzo, el tenía que responder.
-¿Verdad o reto Enzo?.
-Verdad.
-¿Te gusta Morgan?.
Justo en ese momento me arrepentí de haber dicho que si, porque no iban a ser preguntas normales.
-Les diré la verdad, Morgan le puede gustar a cualquier hombre. Porque es una mujer hermosa, si me gustó al principio de nuestra amistad cuando éramos más chicos, pero ahora la veo como mi hermana, con toda la inocencia del mundo.
Ambos sonreímos y el juego continúo. Enzo giro la botella y quedó el juego entre Lizzy y yo, ¡Maldición!
-Morgan, ¿Crees que Alessandro te sería infiel?.
¡¿Qué?!, Cómo me pregunta eso cuando sabe todo lo que ha sucedido con Lía.
-¡Ahhh!, Desde un principio vivo con eso y se que si me sería infiel.
Hubo un silencio incómodo y profundo en la sala, todos me escanearon como esperando el momento en me pusiera a llorar y aunque estuve a nada de hacerlo, seguí como si nada.
-Me va.- gire la botella y quedó entre Lizzy y Bruno, Bruno cerro los ojos con fuerza y negó.
-Jijiji, sufrirás, ¿Te gusta alguien de aquí?.
-De Italia, si.
-¿Quién?.
-Solo es una pregunta, perdiste tu oportunidad.
-Maldito tramposo.
Lizzy le aventó su almohada y Enzo alzó sus cejas. Recordé perfectamente lo que me había mencionado días atrás.
El juego siguió y siguió hasta que se acabaron las oportunidades de solo jugar con la verdad y empezaron los retos. Temia por mi vida y mucho más teniendo a Lizzy en ella, esa niña no le tenía miedo a nada.
El turno ahora fue de ella contra Bruno y ahí el quiso detener el juego pero ella no cedió.-¡Ah no, te sientas y sigues jugando!
-Basta Lizzy, ya no quiero.
-Son las reglas del juego bruno, hay que seguí hasta que todos terminen de jugar con retos.
-No ayudes a la loca de mi hermano Enzo, gracias.
-Decide, ¿Jugar siete minutos en el cielo con Morgan o confesarle tu amor a la chica que te gusta?.
¡¿Que maldita mierda le sucede a Lizzy?!
******
Por está vez, seré muy mala con ustedes y las dejaré con la duda, porque el siguiente capítulo ya está escrito jsjsjs.
No olviden dejar sus preguntas para Bruno, comentar y votar.Las amo, besos.❤️
Ig: raaquellr7
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E N T U P I E L |B O R R A D O R|
Ficção Adolescente-Eres mía y me vale una mierda lo que quieras hacer, lo que es mío siempre está bajo mi control.- La tomé por el cuello para recostarla suavemente sobre el colchón. -¿Y acaso tú eres mío?. La forma en que Morgan me veía solo hacia que mi auto contro...