Alessandro.
Morgan entro luciendo un diminuto conjunto de lencería, color negro. Sus pezones como su vello se transparamentaban y no pasaron ni cinco segundos y mi pene estaba firme, totalmente erecto.
Camino lentamente hacia mí y al llegar a la orilla de la cama gateo hasta quedar frente a frente.-¿Te gusta?.
-Me encanta, ¿Porque tienes este tipo de ropa?.- la jale hacia mí y la senté sobre mis piernas, demasiado cerca de mi pene.
-Me gusta verme sexy para mí, pero ahora para ti.
-Te ves hermosa.
La tomé de la nuca y comencé a besarla, sus besos eran distintos, con hambre, fuertes, después de besarnos y quedarnos sin aire, siempre muerde mi labio inferior, no sé si su intención sea provocarme o dejarme ver qué ya quiere que la folle.
Comenzó a mover sus caderas de arriba a bajo, excitandome mucho más de lo que ya estaba, baje por su cuello y comencé a besarlo.-¿Algún d-dia te cansadas de mi?.
-Jamas muñeca, eres mi comida favorita.
Seguí besando su cuello, repartiendo caricias por todo su cuerpo, sus piernas, nalgas, espalda, cintura y pechos.
Se veía perfecta gimiendo, moviéndose sobre de mi.-Esto se me está saliendo de las manos, puedes dejarme al menos hacer algo.
-¿Que quieres hacer?.
-Acuestate papi.
-Morgan, no me gustan los juegos.
-Por favor papi!
No podía negarme, por mucho que quisiera hacerlo igual quería saber que tenía en mente.
-Está bien.
Me acomode al centro de la cama y de nuevo Morgan subió en mis piernas, solo que un poco más a bajo.
-Se que no te va a gustar, ¿Me prestas tus manos?.
-¿Para que?.
-Por favor, prometo que será divertido.
Le di mis manos y las paso detrás de mí cabeza, las amarró con una pequeña cinta y comenzó a besarme. Sus besos bajaron por mi cuello, pecho, abdomen hasta que llegó a mi falo y le dio una lamida.
-No te lo había dicho, pero me gusta su sabor. Incluso podría decirte que me gusta más él que tú, es grande, gordo, realmente delicioso.
Lo chupo de arriba a bajo, con más descaro, me encantaba como hablaba de él, con deseo.
Siguió haciendo su trabajo, besándolo, chupandolo, masajeandolo a su antojo hasta que dejó de hacerlo y beso mis labios.-Ahora me va a mi, desde la cena me dejaste con ganas de más y estoy casi cien por ciento segura que mis hormonas no soportan esto y estoy más cachondo que antes.
Rompió su diminuta tanga y su coño lo llevo a la altura de mi boca, la vista era simplemente perfecta.
Comenzó a moverse en círculos mientras que mi lengua se quedó firme cerca de su clítoris, sus gemidos eran un poco más graves y sus pezones sobre salían totalmente de tela, sus pechos comenzaban a brincar, quería follarla hasta hacerla gritar.
Todo subió de nivel cuando me tomo por el cabello y sus movimientos fueron más fuertes, estaba a nada de correrse, así de decidí mover mi lengua en cualquier dirección y no pasaron ni diez segundos cuando mi boca quedó llena de sus fluidos, sabía deliciosa.-Ahhh dios mío, ¿En qué momento me convertí en esto?.
Bajo de mi boca y siguió besándome.
Moría por tocarla, por poder nalguear su precioso durazno.-Desatame Morgan.
-No papi.
-¿Perdón?.
-Lo que escuchaste, te vas a quedar así, hasta que yo diga.
Iba a reclamarle, amanezarla y dejarle claro que él único que manda aquí soy yo. Pero no medi la rapidez de sus movimientos cuando enterró mi pene en su coño y comenzó a moverse con descaro.
-Te mereces, un castigo.- mi respiración comenzaba a ser irregular, me encantaba estar dentro de ella, sentir lo apretada que está, ver su cara de placer y sobre todo ver sus hermosos y deliciosos pechos moverse.- Desatame por favor Morgan.
Estiró sus manos detrás de mí cuello y quita la pequeña cinta, no tarde nada en bajar su pequeño sostén y tomarla de la cintura para marcar mi ritmo, duro y rápido.
-Ahhhh, más papi, más.
Marque el ritmo por unos minutos hasta que mi pene comenzo a vibrar y salí de ella, de manera rápida la cambie de posición y la puse en cuatro.
-Ahora mando yo nena, ¿De quien eres?.
-De Bruno.
Le metí una nalgada demasiado fuerte que dejo mi mano marcada en su culo, sabía que lo hacía para provocarme y me gustaba, pero me daban celos.
-¿De quien eres?.
-Tuya papi, soy tuya.
Metí mi pene en su coño y comencé moverme con rudeza, mis estocadas eran cada vez más fuertes al igual que las nalgadas, me gustaba ver su culo rebotar con cada golpe, me gustaba verla empinarse más y más para que tuviera libre acceso en su precioso coño.
Mi pene de nuevo comenzó a vibrar y fui mucho más rápido que antes para correrme y los dos llegamos al mismo tiempo.-Oh dios!!, Me duele el culo.
-Pero te ves tan rica así, quiero más.
-Tendras más solo deja que descanse un poco.
La ayude a recostarse un poco, la abrace por la cintura y me quedé sobre sus pechos, muestras respiraciones aún agitadas era el único sonido que inundaba la habitación.
-Te quiero Aless.
-Y yo a ti nena, como a nadie.
Me acomode entre sus piernas y comencé a besarla, después de unos minutos mi pene despertó y entre en ella, siendo sincero sería una noche demasiado larga y esto casi seguro que mañana no podrá ponerse de pie.
(En la multimedia aparece el conjunto de Morgan)
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Aquí empieza el maratón, mañana durante el día les público las demás partes, espero que les guste.¿Les gustaría saber 30 cosas sobre mi?, Comenten por favor y no se olviden de votar.
Besos.❤️
Ig: raaquellr7
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E N T U P I E L |B O R R A D O R|
Fiksi Remaja-Eres mía y me vale una mierda lo que quieras hacer, lo que es mío siempre está bajo mi control.- La tomé por el cuello para recostarla suavemente sobre el colchón. -¿Y acaso tú eres mío?. La forma en que Morgan me veía solo hacia que mi auto contro...