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Morgan.

Parecía que Alessandro no quería despegarse de mi y le valia un comino sobre que nuestros padres estuvieran cerca de nosotros.

Salí de la piscina y fui directo a mi habitación, me di una ducha y me vestí con un falda tableada color rosa y una blusa blanca. Peine un poco mi cabello y me recosté en la cama, Alessandro hizo planes para el resto de la tarde, pero lo que menos me apetecía era estar en el rayo del sol. Así que esperaría lo suficiente para poder salir de la habitación.

Estaba apunto de reproducir un vídeo musical cuando mi madre entro a la habitación.

-Perdon por molestarte muñeca, saldremos a comprar unas cosas para hacer de cenar. Haremos lagsaña, escuché por ahí que vendrá una amiga de Alessandro, por favor estate atenta al timbre, no tardamos.

-De acuerdo má, cuídense.

Mi madre salió de la habitación y sobre la amiga de Alessandro, no mencionó nada y no escuché nada. Intente mantenerme ocupada, hasta que el timbre sono y como si mis piernas tuvieran vida propia baje corriendo a recibir a su "amiga".

-Hola, ¿Esta Alessandro?.

-Hola, le aviso que estás aquí. ¿Quién lo busca?.

-Lia, él ya sabe que estaría aquí, lo esperaré en la sala, gracias.

Lia entro a la casa sin pedir permiso, cosa que me molestó bastante y siendo sincera mis celos comenzaron a surgir desde la boca de mi estómago, situación que me disgusto mucho más. Camine en dirección hacia las escaleras para anunciar su llegada cuando la escuché llamarme.

-Hey niña, podrías traerme un vaso con agua por favor!

Mi sangre hirvió como nunca y subí las escaleras, ¿Quién se cree que es?.
Llegué a la habitación de Alessandro, la puerta estaba abierta por lo que entre y lo encontré frente a su espejo, arreglando su cabello.

-En la sala te está esperando tu amiga lia, no tardes.

Salí de su habitación sin esperar una respuesta y baje a la cocina para darle el vaso con agua a lia.
Tome una pequeña bandeja y camine hacia ella, Alessandro la tenía abrazada por la cintura y parecían muy cómodos hablando, hasta que tosi falsamente y me acerque a ellos.

-Aqui está tu vaso con agua, ¿Algo más?.

-Es todo, retirate niña.

Me di la media vuelta y salí de ahí, parecía que Alessandro se olvidó totalmente de darme mi lugar, no como su pareja, si no como su prima o alguna otra estupidez, pero solo me vio y se quedó callado.
Vaya maldita mierda, camine hacia la habítacion y tome una pequeña bolsa para echar mi celular, audífonos y un poco de dinero, saldría a recorrer un poco las calles y dejar de estar en esta casa, con los dos tipos de abajo.

De nuevo baje las escaleras y presencié algo que tal vez no debí ver, Lia se estaba comiendo la boca de Alessandro.
Maldito mentiroso, me acerque y carraspee un poco.

-Saldre, regreso más tarde.

-Niña deja de interrumpir.

-No estoy hablando contigo, le estoy informando Alessandro.

-No tienes porqué salir, tenemos planes.

-Ya tengo unos diferentes, quédate con tu amiga.

-Morgan, no puedes salir.

-No te estoy pidiendo permiso, te estoy avisando.

Me di la media vuelta y camine hacia la salida, azote la puerta y camine con rumbo hacia no sé dónde.
El coraje lo tenía hecho bola en mi garganta, no sería capaz de pronunciar ni una sola palabra sin gritar o sin que mi voz se corte, "vamos intentarlo, vamos a tener citas hasta que decidas estar conmigo", maldito patán y más estúpida yo por creer que un hombre mayor podría tomarme en serio siendo una niña.

E N T U P I E L  |B O R R A D O R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora