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Alessandro.

Apesar de haber arreglado las cosas con Morgan, ella se encontraba rara y algo distante conmigo.
No quiso dormir conmigo y después de nuestro encuentro prefiero quedarse a dormir sola en su habitación, intente convencerla en quedarse conmigo pero siempre fue no y mejor la deje sola.

El resto de la noche di varias vueltas sobre la cama intentado dormir pero no podía, su actitud me desconcertó totalmente, ¿Qué mierda volví hacer para que se comporte así?.
Me levanté de la cama y camine hacia el baño, lave mi rostro y de nuevo me volví a cuestionar todo lo que pasó.

Me arme de un poco de valor y salí de la habitación para ver si Morgan seguía despierta y poder hablar con ella. La puerta de su habitación estaba cerrada pero se alcanzaba escuchar su voz y una leve salía por la puerta, aún estaba despierta.
Me acerque un poco más para poder tocar la puerta pero poco a poco fui prestando atención a sus palabras.

-No lo se, odio las mentiras es obvio.
Tal vez, estás de acuerdo que es mucho mayor que yo. Tiene muchísimas más experiencia, es obvio que en cualquier momento puede ir en busca de otra mujer que si folle bien.
No se, no se, igual y solo es una aventura que dure días, se llama Lía y es muy bonita, alta de piernas largas y curvas.
Yo estoy feliz con mi cuerpo pero no puedo confiar en ella, no después de la historia que tienen juntos. De acuerdo, ahora mismo te la envío, te amo, nos vemos pronto.

Intente quedarme tras la puerta pero no pude y entre a verla.

-¿Realmente escuchaste todo lo que dijiste?.

-Carajo, no vuelvas entrar asi, me diste un buen susto.

-No cambies el tema Morgan.

-No tienes porqué escuchar conversaciones ajenas.

-Contesta.

-Si, estoy consiente de todo lo que dije.

-¿Entonces no crees que realmente te quiera?.

-¿Lo haces?.

-Claro que lo hago Morgan, ¿Que quieres que haga para demostrartelo?.

-Dame mi lugar con Lía, no la soporto.

-Pero lo hago desde que te conoció.

-No te voy a pedir que le dejes de hablar, ella lleva más tiempo que yo en tu vida, quiero respeto. El suyo y el tuyo por supuesto, es obvio que está enamorada de ti.

-Pero yo lo estoy de ti.

-¿Qué?.

Maldición hablé demasiado rápido, me senté en la orilla de su cama y pasee mis manos por mi rostro y mi cabello, comenzaba a desesperarme.

-Puede que comience a enamorarme de ti Morgan, eres la primer mujer que realmente me quiere por lo que soy, no por mi dinero ni mi apellido.- Morgan se acercó a mi y se sentó a un lado, su rostro expresaba sorpresa, pero no dijo nada.- He sido sincero contigo desde que te conozco. Te deje en claro que me gustas y que podríamos intentarlo y ahora que lo tengo, no te pienso dejar ir. No entiendo que más quieres, Lía tiene claras las cosas, no te he dado motivos.

-Motivos, hablemos de los motivos que me diste. Entiendo que te hayas quedado con ella en la cafetería, ¿Para esperar a su padre o tocarle las piernas?.

-¿De que hablas?.

-Lo vi Alessandro, vi como paseabas tus manos por sus piernas, ¿Porqué lo hiciste?.

-Bien, lo lamento. Me deje llevar solo por el momento, no tenía intenciones de nada más.

-No hagas cosas buenas que parezcan malas, solo quiero respeto y listo.

-Lo tienes y lo tendrás, no piensen tan absurdamente de mi.

La acerque a mi y la bese, me gustaba esto de pelearnos momentáneamente y arreglar los problemas follando, pero todo se estropeó cuando intenté subirla en mi regazo.

-¿Que pasa?.

-No puedes tocarme.

-¿Qué?.

-No puedes tocarme, aún sigo molesta contigo.

-No jodas Morgan.

-Si lo hago y hasta que no se me pase el coraje no vas a poder tocarme ni siquiera un pelo.

-¿Estás segura?.

-Lo estoy.

-Bien, veamos quien gana.

Se acercó a mi y me dio un pequeño beso en los labios, para después jalarme fuera de su habitación.

-Ahora vete a dormir, descansa ogro.

-¿A quien le dijiste ogro Mor...

Antes de que terminara de hablar me cerró la puerta en la cara y apago las luces.
Comenzaba a odiarla, en primera por querarla tanto y en segunda por qué con un solo beso me pone duro.
Me metí en las cobijas y un poco más calmado me quedé profundamente dormido.

*

Un grito en la parte de abajo me hizo despertar de golpe y salir corriendo de la habitación.
Al bajar las escaleras vi a Morgan colgando en brazos de un tipo que no lograba de su rostro.

Los celos comenzaron a quemar mi sangre y tosi falsamente.

-¿Que sucede?.- Morgan bajo de sus brazos y vi a un tipo alto rubio, de ojos verdes y cabello largo.- Escuché un grito.

-Lo siento, fui yo. Alessandro te presento a Enzo, Enzo él es Alessandro, ya te había hablado de él.

-Un gusto.

Se pasearon delante de mi como si nada, subieron a su habitación y estuvieron encerrados un largo tiempo hasta que salieron y justo ahí, me atragante con mi propia saliva. Morgan llevaba puesto un diminuto bikini, mientras que el tal Enzo un short corto de color rojo.
Bajaron de nuevo como si nada y entraron en la alberca, su risa se escuchaba hasta mi habitación y por más que trataba en estar tranquilo y prestarle atención a otras cosas, la curiosidad me gano y baje hasta la piscina.
Parecían niños pequeños jugando, comenzaban hartarme.

Los minutos se hicieron eternos mientras el tal Enzo se quedó descansando en una hamaca del otro lado de la alberca, Morgan entro a la cocina para prepararle algo de comer.

-¿Quién es?.

-¿Quién es quién?.

-Él.- Lo señale desde la ventana de la cocina.- ¿Quién es?.

-Mi mejor amigo y se llama Enzo, estará aquí unos días.

-¿Qué?.

-Lo que escuchaste, le dije a mi tío y estuvo de acuerdo.

-Morgan, basta.

-No se de que hablas, ahora me voy, iré a darle de comer.

Paso justo delante de mi y pero su culo a mi falo, lo restregó un poco y después salió de la cocina.
Bien, quería jugar este estupido jueguito lo haría incluso mejor que ella.

E N T U P I E L  |B O R R A D O R|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora