Helmut Zemo(36)

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Querida PriscilaIRiddle aquí tienes tu OS cariño❤️ Me esmeré y lloré escribiendo este así que espero y lo disfrutes🥺💕
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Seré fuerte y valiente

Priscila sentía los ojos pesados, los brazos le dolían y tenía las piernas entumecidas.

Estaba desesperada, quería abrir los ojos, quería moverse, quería gritar el nombre de su amado a todo pulmón pero no tenía las fuerzas para hacerlo. Ninguna parte de su cuerpo le respondía y la preocupación y ganas de llevar las manos a su vientre incrementaban a cada segundo. Necesitaba moverse, necesitaba abrir los ojos, necesitaba saber que todo estaría bien.

-¡Tiene pulso!- alcanzó a ver un destello de luz blanca pero nada nítido.

-¡Está respirando Barón, respira!- escuchaba voces lejanas, pero no distinguía ninguna de ellas. No hasta que una voz nueva salió a relucir en la conversación.

-¡Gracias al cielo!- sintió algo, le sujetaban la mano. Zemo, su Zemo- Vas a estar bien cariño, ambos van a estar bien, ya lo verás.

-¿Ambos?

-Está embarazada, t..tiene tres meses- dijo una vez más la voz de Zemo.

-Debemos...- tras eso las voces parecían alejarse más y más. Ya no podía distinguir nada. Solo una tremenda oscuridad que como al principio la consumió por completo.

No quería irse.

No quería morir.

Quería culminar su embarazo, ver a su hijo crecer.

Quería besar los labios de su esposo una vez más y por el resto de su vida. Quería tomarle la mano y no soltarlo jamás.

Quería aferrarse a su vida y eso haría.

-Tiene heridas muy graves, hasta el momento al menos hemos detectado que cuatro costillas están rotas, sus piernas y un brazo igual lo están, hay un pulmón comprometido, una grave contusión y cortes profundos- le explicó al doctor a Zemo mientras que este veía fuera de la habitación como doctores y enfermeras de movían al rededor de Priscila atendiendo cada herida y preparándose para algún procedimiento quirúrgico.

-¿Y n..nuestro hijo?- preguntó Zemo con nerviosismo. El doctor se acomodó los lentes y soltó un suspiro.

-Utilizamos el doppler y los latidos son muy débiles, pero están presentes, el golpe y la presión a la que se vio expuesta la baronesa fueron muy fuertes y debemos hacer algunos estudios más antes de poder estar seguros del estado actual del feto- explicó el doctor con el mayor tacto y calma posibles. Zemo comenzó a caminar con los nervios a flor de piel por todo el pasillo, tiraba de su cabello y negaba una y otra vez.

-Debí haberla llevado lejos cuando todo pasó, debí haberlos mantenido a salvo- se reprochaba Helmut mientras la voz se le quebraba.

-Haremos todo a nuestro alcance para que todo salga bien, pero por ahora debe mantener la calma y... firmar los papeles para la cremación de su padre- no había manera siquiera de pensar en mantener la calma. Priscila y el pequeño en su vientre eran lo único que le quedaban, no quería perder a ninguno de los dos, no podía perderlos.

No quería más perdidas por ese día.

(...)

Habían pasado horas, horas y más horas.

Zemo estaba sentado lo más cerca que se lo permitían del quirofano. Escondía el rostro entre sus manos mientras que sus pensamientos volaban por todos lados, por recuerdos hermosos de su hermosa Priscila.

One Shots | MarvelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora