Prologo.

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-Buenos días -Dije con voz divertida justo antes de besar su mejilla. Me senté en la silla de al lado, dejando los waffles en medio de la mesa, y lo mire sonriente. La luz del sol entraba por la ventana de nuestro apartamento y me llegaba directamente a la cara, por lo que tenía que entrecerrar los ojos de vez en cuando

-Mmmm -Dramatizo él, oliéndolos -¿Les has echado canela?

-¿Eso es una pregunta, si quiera? -Alcé la ceja y espere que llevara un pedazo a su boca. Segundos después, estaba dándole gracias al cielo en tres idiomas por mi talento para hacer Waffles. Comencé a reír mientras nos servía un poco de café.

-Dios, están riquísimos -Travis siguió comiendo, y comiendo, y comiendo. A penas se entendía lo que pronunciaba-Amo los miércoles de waffles con mi vida.

-Creo que ha sido nuestra mejor idea, la tenemos que patentar -Dije riendo, y tomando un sorbo de jugo de naranja. Travis solo me miraba sonriendo. -Por cierto, ¿No tenias que ir a una entrevista de trabajo? -Observe su atuendo; Calzoncillos y una musculosa. En definitiva no estaba listo.

-Nah, es en una hora, aún tengo tiempo para disfrutar mi desayuno -Me alcé de hombros, dándole la razón, y mire por la ventana. Una de las principales razones por la que arrendamos este apartamento, en definitiva, era la vista. Los edificios, la ciudad, todo se veía completamente hermoso desde aquí.

Pude haber estado mirando por la ventana toda la mañana si es que la voz de mi mejor amiga no me hubiese interrumpido. Como siempre digo, no es una mañana normal si es que Shanna no grita por algo.

-¿¡Alguien ha visto mi maldito delantal!? -Travis y yo negamos con la cabeza, algo completamente estúpido, en realidad, ya que ella estaba en otra habitación y, definitivamente, no nos podía ver.

Cinco segundos después mi amiga camino hacia nosotros con una mueca de exasperación en su cara, unos jeans negros ajustados y un brazier rosado. Travis sonrió al verla y yo solo negué con la cabeza.

-¿Recuerdan cuando nos graduamos y les dije ‘Hey, que tal si nos vamos a vivir a un apartamento en Nueva York, ¿no sería genial, tres mejores amigos cumpliendo su sueño en la gran manzana?’? -Travis asintió mientras comía un pedazo de waffle y Shanna, mientras se servía café -Si, bueno. Eso era antes de que mi mejor amiga se enamorara de mi mejor amigo y viceversa. -Los mire mal a ambos, ellos solo sonreían. -Enserio, se que son pareja, pero no saben lo perturbador que es tener que verlos en ropa interior todo el santo día.

-Oye, deberías estar agradecida de que somos lo suficientemente lindos como para no causarte pesadillas -Rodee los ojos, nuevamente, mientras escuchaba el comentario de Travis.

Cuando dejo de hablar, Shanna apareció por detrás para besarlo. Si, me alegraba que estuvieran juntos, de hecho, veía esto venir desde hace mucho. Pero les juro que no hay nada más perturbador que tener tu habitación al lado de la de tus mejores amigos cuando ellos son novios. Enserio, es traumante en muchos sentidos.

-¿Waffles? -Pregunto Shanna algo confundida -¿Es miércoles?

-Creo que trabajar en la cafetería te esa haciendo mal, amiga -Tomé otro sorbo de mi café y la mire divertida. Ella solo hizo una mueca, un puchero, y se sentó de mala gana en la mesa, sirviéndose waffles en uno de los platos.

-Lo sé, lo sé -No pudo evitar emitir un sonido parecido al que Travis hizo hace unos minutos cuando probo el desayuno -Pero es que todos mis días son iguales, levantarme temprano, bajar las escaleras, ir a servir café, servir café, servir café, subir las escaleras, saludar a mi apuesto novio y dormir -Ambos, Travis y yo, reímos ante su forma de hablar -¡No es mi culpa no saber qué día es!

Out Of My Limit IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora