Out Of My Limit II

Capitulo Treinta y uno.

Hola nenas, muchas de ustedes me pidieron que les dedicara un capitulo, y lo haré, pero estaba pensando, y idk, creo que prefiero dedicarles un capitulo más bonito, ¿Si? Así que no se alarmen, anote todos sus usuarios, y en el proximo capitulo lo haré, porque se merecen un capitulo con más salseo $_$ (ah, casi) y más loveeee<3.

Mi cuello me dolía, creo que esa fue la principal razón de que despertara tan temprano sin la ayuda de una alarma, de hecho. Bosteze, aún con los ojos cerrados e intente adivinar en donde estaba.

Definitivamente el cojín en donde estaba apoyado mi trasero no era parte de mi cama, y el hombro en el que estaba apoyada no era del peluche gigante que Travis me había dado para mi cumpleaños.

Cuando abrí los ojos lo primero que vi fue la pantalla del televisor, que no había sido apagada la noche anterior, así que mostraba una poco agradable imagen de algo que pretendía ser un ente espeluznante. Genial, que mejor manera de despertar.

Me acomodé en el sillón, notando la presencía (y los ronquidos) de mi amigo y supuse que nos habíamos quedado dormidos mientras veíamos la pelicula. Tallé mis ojos con mis manos y tomé aire. No sabía que hora era, pero aún no estaba claro, así que debía ser temprano.

Pensé en despertar a Calum, pero después de darle un par de vueltas a la idea supuse que sería mejor dejarle dormir. No quería enfrentarme a la hostilidad del Calum matutino que pocos conocen.

Además, si no lo despertaba, tenía más tiempo para sacarle fotos vergonzosas.

Fue una sesión fotografica corta, en realidad. No me demoré más de cinco minutos en dibujarle algo obsceno en su mejilla y fotografiarlo sin que despertara. Calum tiene el sueño bastante pesado, por cierto.

Cuando mi trabajo de buena amiga termino, fui a ducharme.

Tampoco me demoré mucho en eso, aunque se puede esperar que sea al revés, cuando estoy triste, preocupada, o abrumada con algún problema, suelo hacer las cosas con más diligencía.

Y, hoy definitivamente me sentía triste, preocupada y abrumada.

Y no era solo por todo lo ocurrido con Luke, digamos que la visita de Calum me había animado bastante. Estaba el hecho de que tenía que volver al trabajo, volver a ver a Sean y, además, en la tarde, acompañaría a mi mejor amiga a abortar. Hoy no era un día perfecto, por decir así.

Ahora, preparando el desayuno, esperaba que alguien se despertara por el olor y me viniera a hacer compañía. Había decidido no despertar personalmente a la gente desde que Shanna casi me golpea por interrumpir su sueño.

-Porfavor dime que lo que huelo son huevos con tocino -me giré, dejando de concentrarme en el sartén para mirar al chico moreno que se rascaba la cabeza y bostezaba.

-Lo que hueles son huevos con tocino -evite mirarlo mucho y no reirme para que no notará lo que tenía dibujado en la mejilla.

-Oh, gracias al cielo -Calum se sentó en una de las sillas y comenzó a hojear un periodico.

Travis llegó caminando en calzoncillos hasta la cocina. Miró a Calum algo desconcertado, luego a mi, pidiendome una explicación y, al ver que yo solo me alzaba de hombros, miró a Calum nuevamente, con una sonrisa graciosa en su rostro.

-Lindo rabo, amigo -achique los ojos al escuchar a mi mejor amigo decir aquello y Calum, alarmado, miró hacía abajo. Sus cejas se alzarón confundidas al ver que estaba usando pantalones.

-¿Que...? -estaba confundido, muy confundido, se veía en su rostro.

-La idea era que no se diera cuenta y saliera así a la calle -mire mal al chico que usaba calzoncillos y luego hice un puchero -has arruinado la broma, Travis.