-Hola -sonreí al ver que mi padre llegaba a la cocina. Ya estaba con su típico traje negro de negocios, su maletín y su celular en la mano. Alzó las cejas confundido al verme ahí, parada.
-Pensé que estabas dormida -respondió sorprendido.
-Quise despedirme antes de que te fueras -sonreí -además hice café.
-Oh, entiendo, entonces de verdad no crees que mi café sea bueno, ¿Eh? -Preguntó riendo.
-Si, bueno, mamá sabía hacer el café -me excusé -tus waffles son maravillosos, de todas formas.
Papá sonrió y me entregó una taza termica para que la llenara. Lo hice y se la entregué, cuando la tuve en su mano sonrió -Bien, creo que es hora de irme, el avión sale en una hora. ¿Nos vemos en la noche, verdad?
-Si, nos vemos en la noche -hice una mueca de incomodidad. En la noche ya tendría mi destino asegurado. O habría aceptado el trabajo, cambiando mi vida para siempre, o no.
Papá sonrió una vez más y se dispuso a caminar hacia la puerta. Cuando iba saliendo asomó su cabeza de vuelta y pronunció mi nombre. Con mi mirada sobre él siguió hablando -Creo que te gustaría Londres, el aire... el aire es realmente fresco.
Sonreí divertida ante su frase. Estaba casi segura de que a él le gustaría que me quedara porque extrañaba pasar tiempo con su familia; o parte de mi cerebro quería creer eso.
Papá cerró la puerta y me dejó sola en el apartamento con un motón de ideas en la cabeza.
Miré mi celular iluminarse por una notificación y, al darme cuenta de que no se trataba de nada importante, suspiré. Ví la hora; las ocho de la mañana.
Tenía que juntarme con Madison a las once para anunciarle mi decisión.
Solo me quedaban tres horas.
Me interesaba el trabajo, si. Me interesaba demasiado. Era todo lo que había soñado, sin presiones, sin jefas narcisistas que quieren arruinar tu vida. Una oficina gigante en una de las ciudades más bonitas del mundo. Era un paso gigante para mi carrera, podría escribir artículos, podría asistir a eventos, ¿Quien rechazaría semejante oferta?
Por otro lado, si lo hacía, no estaba segura de que significaría eso para Luke y para mi. Él estaría de gira por el mundo, y yo estaría preocupada de mis propios asuntos. Sería completamente diferente a si me fuera de gira con él.
¿Quería ir de gira con Luke? Claro que sí. Sabía que, si aceptaba, me esperaban los mejores doce meses de mi vida. Adoraba a los chicos, y adoraba a Luke. Si a eso le sumamos el conocer el mundo, y recorrer todos los lugares que alguna vez había soñado, con el amor de mi vida, era... perfecto.
De todas formas sentía que rechazaba la gran oportunidad laboral por mi novio, y eso es algo que jamás pensé a hacer. Papá me había educado para ser una chica independiente, que pudiese valerse por sí misma.
Suspiré.
Desde que tengo memoria papá ha sido un ejemplo a seguir para mí. Cuando era pequeña era mi héroe, quería ser como él. Recuerdo como me enseñó a cocinar, a leer, e incluso a jugar baseball (no digo que haya funcionado, pero al menos intentó instruirme). Cuando miraba a papá veía a alguien genial, inteligente, y que era bueno en todo. Y fue así casi toda mi vida, hasta que se separó de mamá. Dejé de verlo tan seguido. y perdí el contacto.
Ahora, lo miraba, y me parecía casi alguien extraño. Sus ojos ya no tenían esa ternura a la que me había acostumbrado cuando tenía cinco, su sonrisa parecía cada vez más nostálgica, y los buenos momentos que había pasado con él eran solo un recuerdo.
ESTÁS LEYENDO
Out Of My Limit II
Fanfiction"El tiempo pasa, las personas cambian, pero no todo se olvida."