Capitulo Cincuenta y tres (3/3)

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El grito de Kevin en Home Alone me despertó de un sueño bastante extraño que probablemente no recordaría en un par de horas.

Llevé una de mis manos a mi cara e intenté abrir uno de mis ojos.

Cuando noté que el lado en el que Luke debía estar estaba vació, alcé una de mis cejas y me senté en la cama. De inmediato me cubrí con una de las sabanas.

La televisión estaba encendida y la puerta de la habitación se encontraba abierta.

Rápidamente me puse una de las poleras de Luke y unos shorts de pijama que había traído en mi valija y me asomé en la puerta.

Habían dos opciones. Tres, en realidad. La primera sería que la familia de Luke hubiese salido nuevamente y que Luke, por esas razones de la vida se encontrará abajo. La segunda, que efectivamente Luke estuviera abajo, pero que su familia estuviera con él, lo que haría realmente incómodo el hecho de que la parte de abajo de mi pijama fuera de Hello Kitty. La tercera opción, casi imposible, pero nunca descartable sería el apocalipsis zombie; Luke se levantó al baño y fue atacado por su madre, ahora toda la familia está abajo, esperando por una presa.

Intenté dejar de pensar estupideces y me levanté de la cama.

Bajé lentamente la escalera y, al ver que no parecía haber señal de vida humana, seguí avanzando hasta la cocina, en donde un rubio en calzoncillos parecía preparar algo en la cocina.

-Lindos boxers -sonreí divertida al darme cuenta del diseño.

-Lindas marcas -abrí mis ojos sorprendida e intenté cubrirme el cuello con la mano. Al notar que era estúpido que las tratara de esconder del culpable, me relajé.

-Idiota -sonreí, y caminé hacía él para darle un beso de buenos dias -¿Donde estan todos?

-Han salido nuevamente -suspiró, y siguió revolviendo los huevos -mañana es navidad, y tienen bastantes mandados que hacer.

-Oh.

-Preparé el desayuno-sonrió.

-Y huele asombroso -la cafetera comenzó a sonar, así que caminé hacía el aparato -¿Quieres café?

El chico asintió rápidamente, yo reí.

-Yo también quiero café -la grave voz de Calum se escuchó en la cocina, ambos nos sobresaltamos.

-¿Cómo demonios has entrado? -preguntó Luke, y estoy segura de que casi da vuelta los huevos.

-Básicamente vivo aquí, y lo sabes -respondió.

-Un momento... -dejé de servir café para mirar alrededor -si estas acá... también debería estar...

Justo en ese momento sentí un ladrido -¡Manchas!

Salí de la cocina rápidamente y busqué al cachorro por el resto de la casa. Cuando por fin lo tuve en brazos, caminé con él hasta la cocina. Calum hablaba mientras intentaba sacar un poco de los huevos revueltos que Luke cocinaba. -¿Ya compraron su santa secreto?

Hace un par de días, antes de venirnos a Australia, acordamos hacer un santa secreto con los chicos. Escribimos los nombres de cada uno en un papelito, los doblamos y los revolvemos y luego cada uno sacó uno. Mi papel decía Michael.

-Si, ¿Los daremos hoy, verdad? -pregunté, Calum asintió.

-Un momento, ¿Nos juntaremos aquí? -preguntó Luke, dejando el sartén con huevos revueltos en medio de la mesa.

-Creo que es donde Michael -respondió Calum.

-Déjame adivinar, no se quiere separar de las galletas que hizo su mamá -reí ante el comentario de Luke, al igual que el moreno.

Out Of My Limit IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora