Capitulo Veintinueve.

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Mi mano izquierda se encargaba de no derramar el café que sostenía mientras la derecha cargaba mi celular. Mi bolso se balanceaba por mi brazo y, con los dedos que me quedaban libres intentaba llevar una de las revistas que se supone que debería haber leído para esta mañana.

-¿Mamá?

Había pasado a una cafetería esta mañana pues estaba segura de que no soportaría estar veinte minutos sentada con mis dos mejores amigos sabiendo la verdad. No soy buena ocultando cosas, menos si se trata de cosas importantes que afectan a las personas que quiero. Como no estoy acostumbrada a tomar desayuno afuera, se me hizo tarde. No dude en echarle el doble de azúcar de lo usual a mi café y partí caminando hacía mi trabajo.

Mi teléfono había comenzado a sonar hace unos segundos y, al notar que sonaba la canción que le había puesto a mamá, me apresure en contestar, pues sabia que ella tenía que hablar conmigo.

-No, no estoy ocupada -mentí. Parecía un pulpo.

-Oh, bueno. Es que tengo buenas noticias para ti -la voz de mamá sonó como si estuviera sonriendo. Alce mis cejas, esperando que continuara.

A decir verdad, si es que no se trataba de una super posima que le quitara el síndrome pre menstrual varonil a Luke, o lo que fuera que estuviera produciendo aquellos cambios de humor tan exagerados, o una posima que hiciera que Shanna se decidiera por tener al bebé, no me servía.

-¿Recuerdas que tu hermana esta en Inglaterra, verdad? -asentí, no prestandole mucha atención a la conversación.

Nota mental, nunca se peleen con alguien famoso porque su cara les aparecerá, literalmente, en todas partes.

En uno de los edificios un cartel que cambiaba de imagen cada cinco segundos mostraba a a famosa banda australiana del momento. Rodee los ojos y sostuve el celular con más fuerza cerca de mi oreja.

-Si, bueno, estábamos pensando... -asumí que, como hablaba en plural, se refería a ella y a su nueva pareja. Ugh. -... Aprovechar la oportunidad y hacer un pequeño viaje.

-Oh, ¡Suena genial! -Exageré, cínicamente. Necesitaba cortar pronto la conversación, me quedaba poco para llegar al trabajo, y no podía llegar hablando por teléfono con mamá.

-Iremos a Canada -asentí, algo confundida. No entendía porque mamá pensaba que esto me interesaría.

-Pues, felicitaciones -intentaba sonar emocionada, aunque básicamente mi cara medía más de dos metros. No era nada en contra de mi mamá, o Canadá, por supuesto, era solo que hoy no era uno de esos días en donde tengo energía para sonreír.

-Oh, pero eso no es todo -mamá hablo, si es que es posible, más emocionada -¡Hemos planeado pasar por New York para visitarte!

Frene en seco, sin importarme la gente que venia detrás de mi, al escuchar la 'gran noticia'.

Digamos que mamá, cada vez que viene, me pregunta como esta mi vida amorosa, y en definitiva no le explicaría que esta pasando con mi vida amorosa justo ahora. A veces, ni siquiera sabía.

En fin, no quería que mamá viniera, menos con su nuevo novio.

-¿Cuando? -Intente seguir sonando feliz, aunque quería ahogarme con mi café.

-¡El miércoles! -abrí mis ojos casi tanto como un sapo y, segundos después, mi mueca cambio a una de desagrado.

Mamá estaría en mi departamento en dos días y mi vida estaba completamente desordenada por el momento. No sería una bonita reunión.

Boté mi vaso de café en el basurero que adornaba la entrada del edificio. Digo adornaba pues ni siquiera parecía un basurero, new magazine se había tomado tan en serio el glamour que incluso sus basureros se veían refinados.

Out Of My Limit IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora