Capitulo Sesenta y dos (Maratón 1/3).

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Abrí mis ojos confundida y miré a mi alrededor.

Aún quedaban algunos recuerdos de la noche de ayer y, aunque al principio pretendía ser una noche romántica con Luke, con un final obvio, al parecer terminé quedándome dormida en medio de la fiesta. Las últimas imágenes que mi cerebro logró captar fue pasar de los brazos de mi novio a la cama, justo antes de que él me cubriera con una gran manta.

Me voltee en la cama esperando encontrarme con él pero solo ví un espacio vacío.

Me levanté, arrepintiéndome de la rapidez con la que lo hice, y me coloqué una bata por encima del pijama.

Aunque mi plan inicial al salir de la habitación era ir a la cocina por un poco de cereal, me vi interrumpida en el camino. Cerca del pasillo que conectaba la mayoría de las habitaciones del lugar había una pequeña salita, en donde se encontraban un par de sillones y una gran chimenea. También estaba mi novio.

-¿Que haces?

Luke me estaba dando la espalda, así que solo veía su cabello.

A medida que se giraba pude darme cuenta de lo que estaba ocurriendo -Odio... -dijo, remarcando cada palabra -...odio con todo mi ser el frío.

Cuando Luke estaba completamente volteado hacia mí noté que, además de unos comodos pantalones de chándal, llevaba al menos dos polerones, calcetines de polar y una gran manta por encima de sus piernas.

-¿Frío? -pregunté, mirando mi ropa. Unas pantuflas pequeñas y un camisón delgado era lo único que llevaba puesto, además de la bata delgada que era casi del mismo material que el camisón. -¡Pero estás al lado de la chimenea!

-Soy Australiano -replicó -me siento en la antártica.

Sonreí y me acerqué a él para darle un beso de buenos días -¿Y yo? ¿No se supone que te ayudaba a entrar en calor?

-Hm, digamos que eso solo aplica cuando estas despierta -el chico sonrió.

-En mi defensa, eran las tres de la mañana, y la música era como para dormirse. Además, el defender a Shanna de los vecinos curiosos por su embarazo fue agotador.

-Tan agotador como para que comenzaras a balbucear mientras te cargaba -alcé una de mis cejas, preocupada. -Me llamaste Lukey, y luego comenzaste a reir como loca porque sonaba terriblemente cursi. Te disculpaste, y luego dijiste algo acerca de una foca.

Achiqué uno de mis ojos, preocupada por mi salud mental -la mente de una chica dormida es peligrosa, supongo.

-Es un lugar oscuro -volvió a decir Luke. -En especial si tu novia está loca.

-¿Loca? -pregunté haciéndome la ofendida.

-Aún recuerdo cuando dijiste que una de las constelaciones más importantes parecía un pene -volvió a decir Luke.

-Oh, por favor borra eso de tu memoria -tape mi rostro con mis manos.

Luke comenzó a reír y, antes de contestar se quedó mirando el fuego unos segundos -No puedo, creo que fue uno de los momentos en el que confirmé que seguía enamoradisimo de ti.

Sonreí.

Ambos nos quedamos mirando por unos segundos, yo amplié mi sonrisa.

-Luke... -pregunté, acercándome aún más a él.

-¿Si?

-Tienes la nariz roja, casi como rodolfo el reno -la sonrisa de Luke se borró por unos instantes y no pude evitar soltar una risita.

Out Of My Limit IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora