Capitulo diecisiete.

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¿Si le interesa? ¿Qué había querido decir con eso? ¿Era sarcasmo? No parecía sarcasmo cuando lo dijo. ¿Quizás se burlaba de mí? ¿Estaba intentando hacerme sentir incomoda? Porque, si lo hacía, lo logro a la perfección. 

Habían pasado al menos tres días desde la noche de tacos y, sin ninguna razón en especial, no había podido dejar de pensar en aquello. Odiaba no poder sacar la maldita pregunta de mi cabeza, pero era imposible.

¿Qué demonios quería decir con que si le interesa? Ugh.Teclee en mi computador lo que mi jefa me había pedido hace unos minutos y continué trabajando intentando dejar en el olvido ese tema. 

Estaba segura de que si bebía mi café, me concentraba y escuchaba un poco de música, podría hacerlo. El trabajo, últimamente, había estado bastante bien. Después de aquella crisis psicológica que casi tuve cuando me dieron la noticia de Luke y su bebé imaginario, escribí una columna decente, para la revista. Aunque tuve que hacer como si me creyera todo aquel cuento, y las posibilidades de fuera verdad superaran el porcentaje, me salió bastante convincente. Tanto, así, que me enorgullecí de mi misma. Cruela me sonrió, por segunda vez en la vida, así que supuse que hice un buen trabajo.

Ahora, con esa revista impresa, y todo el drama del bebé atrás, estaba lista para seguir con mi trabajo, y olvidarme de todo lo que tenga que ver con mi ex novio. No sabía en qué situación estaba con él, si es que lo odiaba o no, pero pretendía no preocuparme por eso. 

El teléfono de mi oficina comenzó a sonar, aguda e irritantemente, así que, en menos de lo que canta un gayo, contesté la llamada para dejar de escuchar aquel infernal sonido. La pantalla del aparato solía mostrarme el nombre de la persona con quien estaba hablando, pero ahora solo me mostraba un número desconocido, por lo que supuse que no era, precisamente, una llamada de trabajo.

-Viaje a las montañas, en tres semanas, no puedes negarte -Deje de mirar la pantalla de mi computador para concentrarme en la llamada -No es necesario que empaques mucho, solo un par de chalecos y comida. 

-¿Ashton? -Pregunté, aunque reconocería esa voz en donde sea -¿Cómo conseguiste el número mi oficina?

-Soy Ashton Irwin, -Su voz sonaba divertida, pero a la vez, profesional -Tengo mis contactos. 

-Bueno, Ashton Irwin -Dije sarcástica, chequeando mi calendario -Lamento informarte que, posiblemente, en tres semanas, este ocupada. -El silencio en el otro lado de la línea me hizo suponer que debía seguir hablando -Tengo que hacer un par de entrevistas aquí, en la ciudad. 

-¿Qué día? -Su voz sonaba meticulosa, como si escuchara con sumo detalle todo lo que decía.

-¿Hm, el jueves?-Inventé, a decir verdad. 

-Bien, nos iremos el viernes, volveremos el domingo -No veía a Ashton, pero estaba segura de que, en estos momentos, se alzaba de hombros y, según lo que podía escuchar, masticaba una manzana. 

-¿No te puedo decir que no, verdad? -Ashton negó emitiendo un sonido, seguido de una risa. -Dios, ni siquiera me gustan las montañas -Alegué, rindiéndome. 

-Eso es porque nunca has ido a las montañas conmigo -Su voz sonaba obvia.

-¿Quién más ira? -Pregunté preocupada. No era por sonar mala persona, pero me tenía que asegurar de que no hubiese momentos incomodos. Aunque, al menos, la novia de Luke no me preocupaba, no creo que pudiese sobrevivir en el bosque por más de una hora. Aunque, si lo pensamos bien, posiblemente yo tampoco pueda. Es decir, mosquitos, poca comida, y no hay wifi. Es como el infierno para una chica como yo. 

-Hasta el momento somos tú, yo y Calum. Ya conoces a Michael, cuando le he invitado se ha reído en mi cara. Pero si, admito que fue mi error intentarlo. ¿Te lo imaginas en el bosque? ¡Lo devorarían las mariposas!

Out Of My Limit IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora