Capitulo Cuarenta y uno

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Capitulo dedicado a CieloFloresVega , gracias por leer <3


-Y así fue como nos vetaron de la clase de cocina -sonreí irónicamente terminando de contar mi patética historia.

Ayer, después de el super incidente de la harina, llegué a casa, pero mis amigos no estaban. Así que no había tenido la oportunidad de contarles lo que había sucedido en la clase de cocina.

-¡Eso es tan romántico! -Shanna me miró ilusionada desde el sofá mientras yo me arreglaba el vestido.

-¿Romántico? -pregunté, mirándola dudosa-no se si escuchaste la historia, amiga.

-Oh, por favor, cualquier cosa es romántica con Luke Hemmings -suspiró -incluso un pony se ve romántico si es que esta al lado de él.

Dejé de arreglarme el vestido para mirar a mi mejor amiga con una de mis cejas alzadas -eh, mente de embarazada, tengo derecho a decir y/o pensar estupideces -se defendió en ese mismo instante.

Rodee los ojos.

-¿Me puedes ayudar a subirlo? -pregunté, ya que el cierre estaba en la espalda, y no había forma de alcanzarlo, considerando que no soy la exorcista. Shanna se levantó del asiento y lo subió en un instante.

-Se te ve bonito -sonrió, y ambas miramos hacía la puerta de la habitación, en donde pudimos ver a un cansado y sonriente Travis, cargando un guante de horno y mirándonos.

-Aún no puedo creer que no vayas a probar mi lasaña -un puchero apareció en su rostro, yo lo imité.

-Lo siento, si fuera por mi me quedaría -bufé -pero es un evento, tengo que ir por el trabajo y blah, blah, blah -me acomode un par de pulseras en la muñeca y sonreí.

-¿Ira Luke? -Shanna alzó las cejas y yo rodee los ojos instantáneamente.

-Si.

-Bueno, entonces ten cuidado con la harina.



-




El lugar era enorme, la gente completamente refinada y elegante, y nunca había estado tan agradecida con alguien como lo estaba ahora con Shanna por haber hecho que me pusiera un vestido un poco más bonito que lo que acostumbro a usar.

-¡Karl! -gritó mi jefa, haciendo que yo me sobresaltara. La miré confundida hasta que noté que le hablaba a un señor que, extrañamente, utilizaba lentes. Y si, digo extrañamente porque era de noche, estábamos en un recinto cerrado, y bueno, era otoño de todas formas. -Pensé que no vendrías.

Anoté mentalmente este momento, pues era una de las pocas veces que veía a Cruela ser amable con otra persona.

-¿Y perderme esto? -la voz del hombre era completamente refinada, demasiado, quizás. Su cabello era blanco, y su vestimenta impecable. Con tan solo verlo me daba cuenta de que era alguien conocido, y el no tener idea de quién era me hacía sentir como una estupida.

El tal karl comenzó a hablar con mi jefa, ignorándome completamente. Y, aproveché esa instancia para ver disimuladamente en mi celular quien carajo era aquel sujeto. Escribí en google su nombre, y una característica obvia y peculiar al mismo tiempo, sus lentes.

No pasaron más de dos segundos y ya me sabía su biografía completa. Gracias, wikipedia.

Karl Lagerfeld era un nombre conocido en la industria de la moda, y había trabajado para grandes marcas, entre ellas Chanel. Era alemán, pero había emigrado a París, y su padre había hecho una fortuna introduciendo la leche en polvo en Alemania.

Out Of My Limit IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora