Era una mezcla desastrosa de emociones, y mi estomago lo sabía.
-¿Segura que quieres que te dejemos aquí? ¿No quieres ir a nuestro apartamento?
Luke me odiaba, yo le odiaba. Bueno, no nos odiábamos, solo éramos dos adultos (creo), testarudos y con un poco de tendencia al enojo. Shanna estaba embarazada, y hoy vería a Travis por primera vez desde que sabe que es padre. Tenía cinco llamadas perdidas de Sean y cuatro de mi jefa y, por ultimo, mamá me había mandado un texto diciéndome que teníamos que hablar.
Mire una vez más mi edificio a través de la ventana del auto y suspire. -No, esta bien aquí, tengo cosas que hacer.
Ashton asintió y se estaciono cerca de la acera. Mire a Calum con una sonrisa, intentando despedirme.
-Tus panecillos estaban deliciosos, por cierto -su risa inundo el auto, y estoy segura de que sus ojos brillaron.
Me baje del auto y camine hacia la maleta, que era en donde se supone que estaban mis cosas. Ashton me ayudo a bajarlas y, cuando fue el momento de despedirnos, me abrazó.
-Siento que todo haya resultado así, se supone que tenía que ser un buen fin de semana y...
-¿Estas bromeando? -sonreí, algo tiesa, intentando convencerlo de que estaba bien -¡Ha sido increíble!
-¿En serio? -Ash me miro dudoso. -No tienes que mentirme, se que peleaste con Luke, y todo eso.
-Si, pelee con Luke. Pero eso no quita que la pase bien, incluso en la caminata -reí bajito, recordando todo lo que sufrí por ese maldito cerro.
-Me alegro, supongo -una risa algo incomoda salió de la boca de Ashton, sabía que estaba preocupado.
-Eh, no me mires así. Estoy bien, lo único por lo que deberías preocuparte es porque quizás me he roto un pie en la excursión.
Ambos reímos y, después de otro de los abrazos de oso de Ash, camine hasta la acera.
Ashton se subió al auto y, desde adentro pude ver a dos australianos haciendo gestos de despedida y sonriendo, los imite.
Dios,cuanto daría porque Luke estuviera allí.
Me quede parada unos minutos en la acera, hasta que me di cuenta de que probablemente me veía como una idiota estando allí sin hacer nada.
Camine hacía el edificio y, una vez adentro distinguí el típico olor a popurrí y correspondencia que generalmente inundaba la recepción.
Estaba nerviosa por lo que sucedería arriba en mi departamento. No sabía si Travis estaría feliz, preocupado o asustado y, aunque cierta parte de mi quería averiguarlo, la otra solo quería volver al campamento y quedarme allí para siempre.
No diré que fue fácil subir las escaleras, tampoco diré que me vi bien intentando subir el equipaje. Mucho menos hablare de la forma en la que intentaba avanzar por los peldaños. Lo único que diré es que este edificio necesita cuanto antes un maldito ascensor.
Llegué a mi puerta y, antes de entrar, suspire. Cerré los ojos y tome aire. Tenia miedo, estaba asustada y necesitaba prepararme psicológicamente para el ambiente al que pudiese llegar.
Puse la llave en la cerradura y abrí la puerta.
Lo primero que noté fue el olor a patatas quemadas y a desodorante de hombre. Solo podía significar una cosa: Travis se había bañado y estaba preparando el almuerzo.
Deje las llaves en la mesita que esta al lado de la puerta, puse mis bolsos en el suelo, colgué mi abrigo en el perchero, me quite los zapatos y solté mi cabello. Una vez lista con mi ritual de llegada a casa, camine hacía la cocina.
ESTÁS LEYENDO
Out Of My Limit II
Fanfiction"El tiempo pasa, las personas cambian, pero no todo se olvida."