Capitulo Setenta y seis (PARTE DOS)

2.2K 191 36
                                    


-Tú... -mi voz sonaba indignada -tú golpeaste a un periodista... en una de las galas más importantes del año, ambos nos escapamos bastante notoriamente del lugar... -suspiré, nerviosa -literalmente te podrian demandar por estar conmigo. Es decir, esto es un desastre en proporciones gigantes y tú... ¿Tú me traes aquí?

-Tenía hambre -el chico se alzó de hombros, y pidió una cajita feliz por el micrófono del lugar. Cuando volvió a subir la ventana no tuvo otra opción que mirarme, y darse cuenta de lo indignada que estaba -lo siento, ¿Querías una?

-¿¡Estás bromeando?! -grité, algo enojada -¡Luke! ¡Acaba de pasar algo desastroso! ¡Golpeaste a alguien en televisión nacional! ¡Te pueden demandar, te pueden...! Oh, demonios, las cosas que dirán...

-Tomaré eso como un no -respondió, avanzando en la fila del lugar.

-Estoy hablando en serio, ¿Es que acaso no ves lo que acaba de pasar?

Luke me observó serio por unos minutos, luego botó aire.

-Yo... -comencé a entrar en pánico -yo ni siquiera debería estar aquí. Oh por dios, dejé mi entrevista a medias, yo... me podrían despedir. No, no, me van a despedir. Demonios, no debí haber ido a ese maldito evento, no debí haber cumplido la promesa.

A estas alturas estaba con las manos en mi rostro, lamentandome por todo lo ocurrido.

Una sonrisa apareció en el rostro del chico -Tú... ¿Tú fuiste por la promesa?

Tensé mi mandíbula y miré avergonzada los ojos del chico -claro que lo hice.

-Pero nosotros... tú dijiste que nosotros habíamos...

-Una promesa es una promesa, Luke -sonreí, algo nerviosa. La tensión era bastante; es decir, se supone que habíamos terminado, que todo había acabado, pero ninguno de los dos podía negar lo que sentíamos el uno por el otro. Era obvio, estaba en el aire, y se sentía.

El sonrió y de inmediato cambié mi expresión.

-Eso no significa que acepte lo que acabas de hacer, Luke -lo reprendí -¡No debiste haber golpeado a Matt! Es decir, si, él tiene la culpa de todo, pero... ¡Pero estabas en directo! ¿Sabes lo que esto le va a hacer a tu carrera?

-El se lo merecía -respondió -y debí haberle dado una mejor lección, después de esa estúpida pregunta. Si no me hubieses pedido que me detuviera...

-¿Que pregunta? -alcé una de mis cejas.

-Él... -Luke se tensó, llevó su espalda a su asiento, cansado, y bufó -él insinuó que habíamos terminado porque tu me engañaste. Es un idiota, jamás permitiría que se dijeran esa clase de cosas de ti.

Abrí mi boca indignada; era la segunda vez en el día que alguien sugería la idea de que me había acostado con otro sujeto.

-Y además tiene el descaro de preguntar aquello después de todo lo que ha hecho -él se veía molesto; casi tan molesto que no sintió los primeros golpes en la ventana del chico que le avisaba que su pedido estaba listo. -Gracias.

Él dejó las cajita feliz entremedio de los asientos y apretó el acelerador.

-Bueno, ¿Y a dónde vamos?

-¿A dónde podemos ir? -respondí -no tenemos muchas opciones, si lo pensamos bien. Eres un prófugo, no de la justicia, si no de los malditos paparazzis, lo que es peor en realidad.

-Creo que tengo una idea...

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Out Of My Limit IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora