Capitulo Cinco.

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Me gire, como por onceaba vez, en mi cama.

Había probado literalmente todas las posiciones, pero no podía dormir de ninguna manera. Abrí los ojos y quede con la mirada fija en el techo de mi habitación. Nota mental: No besar a tu jefe, no tomar café en la noche.

Había llegado a las una de la madrugada al departamento y, extrañamente, los chicos estaban durmiendo, así que no había podido desahogarme con nadie. Ahora, eran las cuatro de la madrugada y no podía dormir por el hecho de tener todas esas palabras atoradas en mi garganta.

Hoy habían pasado demasiadas cosas como para poder asimilarlas.

Me levanté, lentamente, y camine hacia la habitación de mis amigos. Al principio, cuando supimos que el departamento solo tenía dos habitaciones, quedamos en que yo compartiría la mía con Shanna, y Travis tendría su propia guarida, por decir así. Pero ya saben, mis mejores amigos se enamoraron, y quede sola. Lo que no me desagradaba en absoluto, exceptuando esta ocasión.

Abrí la puerta de ellos lentamente y encendí la luz. Travis estaba tirado en la cama, tan solo en bóxers, roncando. Shanna, en el otro lado de la cama, dormía plácidamente, tapada hasta la cabeza. Me acerque a la cama y, en el espacio que sobraba al medio, me acomodé.

-Eh -Intente moverlos un poco y susurrar, pero no sirvió de nada -Eh, chicos -Seguí haciéndolo, esperando obtener resultados con mi persistencia, pero su sueño era completamente pesado -¡Chicos!

-Hay tacos en el refrigerador, solo ve, sácalos, y déjanos dormir -Shanna vocifero, sin siquiera abrir los ojos.

Travis, quien se había despertado por la poco suave voz de su novia abrió un ojo y me miro algo preocupado, y confundido-¿Qué haces aquí?

-Tengo un problema -Los mire preocupada, esperando que despertaran. En menos de dos minutos ambos estuvieron sentados, mirándome expectantes. Suspiré. -Luke es un patán, su novia es una barbie, Ashton me ha invitado a una fiesta mañana en la noche y mi jefe me ha besado -Lo escupí, casi tan rápido como pude. A mis amigos esto, básicamente, les cayó mejor que un balde de agua helada, pues abrieron los ojos a más no poder y me miraron boquiabiertos.

-¡¿QUÉ?! -Como si la voz de los novios se coordinara, ambos me gritaron en los oídos al mismo tiempo. Los mire, con expresión preocupada, y comencé a hablar.

Comencé explicándoles como Sean había sido un amor de persona conmigo, como me había tratado y como me había escuchado. Luego llegue a la parte en donde me obligo a hacerle una pregunta a Luke, y la tensión que eso produjo en el salón. Después, les explique el emotivo reencuentro con los chicos, y como eso se vio arruinado cuando Luke llego con su ‘perfecta’ novia. Tomé un largo suspiro antes de contarles como Ashton me había invitado a su fiesta y, para el gran final, solté la bomba. Mi jefe me había besado.

-Lo peor es que no puedo decir que no me ha gustado -Mi voz sonó angustiada. El tan solo recordar aquel beso me daba una sensación de cosquillas en el estomago. Ugh, estúpidas reacciones cursis.

-¿Pero qué ha pasado después del beso? -Preguntó Shanna, casi desesperada.

-Ha habido un silencio incomodo -Intente que mi respuesta pasara lo más desapercibido posible pero, como ambos estaban expectantes de mi respuesta, eso no fue posible. -Le he dicho que eso ha sido un error y me ha traído a casa.

Lo siguiente que supe, cuando termine de hablar, fue que un cojín estaba en mi cara y una Shanna furiosa me miraba mal.

-¿Por qué has hecho eso? -Los cojines seguían llegando a mi cara y, lo único que podía hacer al respecto, era rezar por que a mi amiga se le cansaran los brazos. -¡Sean es prácticamente el hombre perfecto! ¡Lindo, sexy, inteligente, tiene un buen trabajo… y te apuesto a que las cualidades aumentan cuando lo conoces!

Out Of My Limit IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora