Capitulo Setenta y dos

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-No puedo creer que hayas entrado por la puerta trasera -sonreí mientras me tiraba de espaldas en mi colchón -ni siquiera sabía que este edificio tenía puerta trasera.

-Si, bueno, valió la pena -Luke me miró sonriendo, luego besó mi mejilla.

Había pasado una semana desde la mascarada, y esta era la primera vez que nos veíamos desde entonces. Era poco decir que lo extrañaba; iba más allá de eso. Lo necesitaba.

-No quiero que te vayas -hice un puchero.

-Debes venir esta tarde a mi departamento, estarán los chicos, Jennifer y unos amigos de confianza que entienden de privacidad, si eso es lo que te preocupa -Luke se levantó de mi cama y comenzó a vestirse.

-¿Que hay si alguien me ve?

-Entra por la puerta trasera -el chico se alzó de hombros -es díficil que alguien te vea si vienes por el otro lado de la calle.

-Hm... -miré por la ventana y suspiré -¿Cuanto más tendrá que durar esto?

-Espero que poco -el chico suspiró -no sabes cuanto me haces falta.

Sonreí ante aquello y me levanté de la cama. La polera que traía era de Luke, así que me cubría más abajo del trasero. -¿A si?

Luke sonrió desde el rincón en el que se abrochaba los pantalones, mordiendose el labio. Asintió y luego me miró expectante -prométe que vendrás. Los chicos te extrañan, yo te extraño.

-Lo prométo.

Después de un corto beso en los labios de su parte, sonreí viendolo caminar hasta la puerta de mi habitación. Escuché la voz de Travis a lo lejos, saludandolo, y luego un portazo. De inmediato, me tiré de espaldas en la cama, deseando que todo esto acabara pronto.

-

"¿Vienes a la fiesta?"

Leí el mensaje un par de veces e hice una mueca; tenía que ir, después de todo era mi trabajo estar allí.

"Si, de hecho voy en camino"

Respondí rápidamente y suspiré; iría, pero probablemente fingiría estar enferma, o encontraría una razón decente para salir luego e ir al departamento de mi novio. Matt me volvió a responder con una carita feliz, y dí la conversación por terminada.

-Me encanta compartir el taxi -mi mejor amigo sonrió divertido a mi lado, mirando por la ventana melancolicamente -generalmente tengo que inventar algo de que hablar con el taxista, y es incómodo -noté que el señor que manejaba nos miró por el retrovisor -pero ahora, contigo, tengo una excusa para no hacerlo.

Sin girar mi cabeza miré al chico y sonreí -tienes problemas, ¿Lo sabes, no?

-Eh -se quejó -estoy apreciando tu amistad.

-Me usas para no tener que charlar con el taxista -susurré, y Travis soltó una risita. Cuando dejó de reirse volví a hablar -¿Como está todo con tu trabajo?

-Excelente -el chico sonrió -es decir, paga las cuentas, y me hace ver atractivo.

Solté una risia -ese es el sueño.

-Exacto. ¿Y que hay de ti? ¿Como está todo con Luke?

-Uh es complicado -suspiré -pero creo que lo estamos llevando bien... no sé, lo extraño, y extraño hablar con él. No hablamos tanto como solíamos hacerlo, no tenemos mucho tiempo.

Travis me miró preocupado por unos segundos, luego suspiró -no durará mucho, ya vas a poder estar con él denuevo, es decir, estar con él más tiempo. Sabes a lo que me refiero.

Out Of My Limit IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora