Out Of My Limit II

Capitulo cuatro.

-Es una larga historia -Eche mi cabeza hacia atrás, intentando descansar un poco antes de comenzar a hablar.

Estaba agotada, emocionalmente exhausta. Hoy habían pasado muchas cosas, muchas emociones, muchos sentimientos. Quería dormir, descansar, olvidarme de todo y, quizás, beber un poco de té.

-Te diré lo que haremos -Sean, mientras manejaba, me miraba. Sabía que el notaba que algo sucedía, y la curiosidad lo carcomía. -Pondré música, intentaras descansar, iremos a un café, compraremos tu favorito, y me explicaras que acaba de pasar mientras caminamos por el parque, ¿Esta bien?

Tenía los ojos cerrados, pero de todas formas sabia que él me estaba mirando. Sonreí y asentí con la cabeza. Segundos después, la radio sonaba con una vieja cancion que solía saberme de memoria y, mágicamente, mi mente se aclaraba.

No quería decirle a mi jefe que solía salir con el vocalista principal de una de las bandas más conocidas de Australia, eso no era algo que incluías en tu curriculum. Pero, de cierta forma, se lo merecía. Se había comportado demasiado bien conmigo como para mentirle en la cara.

En menos de lo que esperaba, nos estábamos estacionando nuevamente. Abrí mis ojos y mire alrededor. Sean apago el motor y me miro sonriente -¿Lista? -Asentí y abrí la puerta del auto. No tuvimos que caminar demasiado para llegar a la cafetería, pues estaba prácticamente a cinco metros de nosotros.

Pensé que no estaría llena, pues eran las once de la noche. Pero después me di cuenta de que estábamos en Nueva York, no importaba la hora, siempre habría gente caminando por las calles.

Hicimos la fila en silencio. Yo buscaba las palabras exactas para contarle la historia completa. No quería entrar en detalles, le explicaría lo básico para que entendiera lo que había ocurrido esta noche.

-Quiero un cappuccino de vainilla y un... -Casi sin notarlo ya estábamos al principio de la fila. Sean me miro, esperando una respuesta. Lo mire, desconcentrada y entendí.

-Un cappuccino de caramelo -Sonreí.

Sean pagó los cafés y avanzamos hacia la fila de espera. Había un par de parejas en frente de nosotros, así que, supongo, no estaríamos mucho tiempo aquí. Desbloquee mi celular y entre a mi instagram, por muy extraño que suene. No se preocupen, no iba a fotografiar mi café.

-¡Un cappuccino de vainilla y uno de caramelo! -La chica que servía los cafés, que parecía haber estado aquí todo el día, grito con agresividad nuestro pedido. Fuimos a sacarlos, le sonreímos, nos ignoro, y salimos del local.

Al principio, como siempre, el silencio nos abrumo. Tomé un sorbo de café y sostuve la chaqueta de Sean con mis manos, para apretarla más contra mí. Mientras más tarde se ponía, más frio hacia.

Volví a sacar mi celular y se lo puse, no literalmente, en la cara a mi jefe. -¿Ves esta foto? -Sean sostuvo mi celular con sus manos y escaneo la fotografía.

-Son ellos ¿No? -Asentí, esperando que se diera cuenta de lo que se suponía que tenía que notar. Pasaron unos segundos, más de los que esperaba, y vi como su expresión cambio -¡Esa eres tú! -Me miro, algo confundido, pero emocionado al mismo tiempo, yo asentí con algo de incomodidad -¿Los conocías? ¿Desde cuándo?

-Ve a la otra fotografía, la que esta arriba -Sean me miro sonriendo, algo confundido. Con mucha intriga, en realidad. Toco, suavemente, mi celular con sus dedos, deslizando la pantalla.

-El es Luke, el vocalista de la banda que acabamos de entrevistar -Espere unos segundos, para darle más dramatismo al asunto, supongo -... Mi ex.

Él paró en seco en la acera, mirándome con las cejas alzadas. Yo torcí la boca, incomoda por el hecho de estarle contando todo esto a mi jefe. -Supongo que eso explica tu nerviosismo antes de las preguntas.