Out Of My Limit II

Capitulo Treinta.

Los pantalones de chandal que llevaba puestos no apretaban mis piernas y eso, probablemente, era lo único bueno en mi vida.

Eso y el flan de vainilla que llevaba en mi mano derecha.

Aparte, era solo una chica con el maquillaje corrido, el estima por los suelos, y el corazón roto.

Y tenía el derecho de estar así.

Además, sumado a todo lo que había ocurrido hoy, estaba el hecho de que Shanna se encontraba al lado mío, comiéndose las uñas.

-¿Podrías dejar de hacer ese sonido? -Pregunté, algo enojada. Cada vez que estaba nerviosa comenzaba a morderse las uñas, y el sonido de eso me volvía loca.

-Uh, lo siento -cuando dejo de mordérselas, deje de mirarla y puse mi atención en el televisor.

Estuve al menos dos minutos concentrándome en una película romántica, intentando ser patética a la manera de Hollywood, pero el sonido volvió a molestarme.

-¡Shanna! -mire a mi mejor amiga, quien abría los ojos y me miraba asustada.

-¡¿Que?!

-¡Deja de comerte las uñas! -ambas estábamos estresadas, al parecer. Nuestras caras y nuestro tono de voz lo comprobaba.

-¡Perdón! -deje de escuchar el ruido de sus uñas, y comencé a escuchar el sonido que hacía su mano golpeando la madera de la mesita.

-¿Que sucede?

-¿Porqué? -Shanna me miró confundida, yo bufé.

-No puedes dejar de moverte, y te has comido las uñas por al menos media hora, estas nerviosa -torcí mi cuello y la mire acusadora mente.

Shanna se quedo en silencio por unos segundos, preocupada.

-Me han adelantado la hora para... ya sabes... -deje de concentrarme en el televisor para mirar a mi amiga.

-¿Para cuando?

-Mañana -la cara de culpabilidad que tenía solo me confirmaba una cosa, esto era mala idea.

-¿¡Mañana!? -Y, en definitiva, mi grito no sirvió para tranquilizarla.

-Me han llamado hoy en la mañana, si no voy tendré que esperar dos semanas más y...

-Y no quieres que pasé el tiempo porque sabes que no serás capaz de hacerlo si es que el bebé crece...

-Si intentas ayudarme, déjame decirte que no esta haciendo un buen trabajo, amiga.

-Intento ayudarte Shanna -suspire -ayudarte a que te des cuenta de que esto es un error.

Ella rodeo los ojos y me miró cansada.

-Ya te lo he dicho, es una decisión tomada. -Negué con la cabeza, rendida.

Había visto al chico que quiero con otra, mi novio había terminado conmigo, había aparecido en una revista famosa como la amante de Luke y, además, necesitaba preparar la cena para mañana, con mi madre. No tenía tiempo para convencer a Shanna de que no era una buena decision.

Tomé mi celular para llamar a mamá, quería preguntarle si es que Harrison aún seguía con esa estricta dieta anti azúcar, o ya podía comer como una persona normal. No quería intoxicarlo a propósito... De nuevo.

No pude evitar ver un mensaje en mi bandeja de entrada. Rodee los ojos al leerlo.

"Lo siento"

Ignore la sensación de pena que me invadió y no le respondí. Busque el numero de mamá y marque.