Shiva!¡

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El dios hindú de 4 brazos estaba impaciente por conocer a los nuevos dioses llegados, hacía mucho no llevaban más dioses al lugar, y quería hacer más amigos y conocidos, o tal vez, ver a las hermosas diosas Egipcias, se rumoreaba que eran bombones del desierto, inalcanzables como ellas solas.

Shiva aún estaba buscando esposas para casarse, y buscar poco a poco quienes serían las afortunadas de estar con esa belleza dios lo agradecerían para siempre.

Caminando por el lugar, aún conociéndolo y saludando a cualquiera que estuviera en su camino, dioses, sirvientes, seguidores, todo lo que tuviera vida en general, Seth andaba alegremente, entrando del pabellón budista al Hindú, otra vez cruzándose con muchas sirvientas de un solo ojo, que le llamaban mucho la atención, sentandose a hablar con una de ellas, mientras otras ya querían servirla.

Seth, la diosa Egipcia de lo incontrolable, lo tomultuoso, ¡la fuerza bruta! La diosa y señora del caos Egipcia, la cual hablaba hasta por los codos, tenía mucha curiosidad, conocía cada grano de arena de Egipto, y deseaba conocer más.

-¡¿Entonces tienes un solo ojo?! ¿Cómo ves todo a tu alrededor con un solo ojo? ¡Si me cubro uno puedo ver parcialmente! ¿Cómo puedes? -sonreía,con una mano en el mentón, intentando procesar lo nuevo conocía.

-M-mi señora, ¡q-quedese quieta! -2 intentaban sacarle la capa y 4 los zapatos, quedándose quietas cuando el amo del palacio y del panteón entra, con 2 brazos tras la cabeza y los restantes en la cintura.

-¿Y esto..? ¿Qué tenemos por aquí, eh?  ¿Acaso una mundana entro a mis tierras desde la tierra? -la miraba, mientras ella solo observaba a las sirvientas curiosamente- ¡Hey, tú! ¡Mira al dios cuando te está hablando!

Volteando a verlo, lo deja de color lila, ósea, pálido, tenía el ojo de Horus en el cuello, lo que significa de dónde venía, de la dinastía más alta del Egipto, creada antes que él, siendo más poderosa que el hindú.

Era de las 3 cabezas del antiguo Egipto, de los más conocidos, con mucho poder, de las diosas que estaba esperando ver.

-Ya veo, ¿Eres de los egipcios, flor del desierto?
-¡Lo soy! ¡Vengo de la cercanía del Nilo! ¿Y tú? ¿Porqué tienes la piel violeta? -se para y se acerca, posandose frente a frente con él.
-Shiva, el gran y todo podesoro dios de la destrucción, chiquita, un placer conocerte. -le tiende una de las 4 manos, la cual toma con alegría, algo de fuerza y agita, en forma de saludo, era algo bruta a decir verdad.

marhaban, Dios Shiva! yo soy Seth, ¡un placer conocerlo! ¿Porqué tiene 4 brazos? ¡Su esqueleto debe ser extraordinario! -lo miraba, con los ojitos brillosos, no era una diosa nueva, para nada, pero cada cosita nueva que podía conocer la intrigaba, y así con muchas cosas, hasta conocer todas las del universo.

-¡Seth! ¡Es un placer conocerte, Seth! Aunque no hayas pedido permiso para entrar y podría haberte destruido con mi fuerza, ¡Me alegra conocer a una de todas las hermosas egipcias que el cielo nos regaló!
-¡Muchas gracias! ¡¿Porqué hablamos en voz alta, Shiva?!
-Oh, no lo sé, en fin, en fin, ¡todas ustedes! Traiganle algún regalo a nuestra visita, ¡Nadie sale de mí bello y alegre pabellón sin algo!

Con la cabeza baja y obedeciendo, como un conjunto de hormigas, se fueron detrás de la otra las chicas de un solo ojo que lo servían.

-¿Regalo? ¿Cómo el que tiene en el cuello? -señala su gran collar de joyas preciosas- no me gusta, ¡prefiero algo simple!
-¿Ugh? -parpadea, nadie le había hablado así jamás, porque los destruiría en segundos, le encantaba- pues, puedes llevarte vino y carne si así lo deseas, o unos aretes que te lucirían bien, ¡o no lo sé! Tengo muchas cosas a mi posesión, podría elegir la que más te agrade si así lo deseas. -se da la vuelta, yendo a su salón de ocio, lleno de mantas y almohadas, con cortinas de seda de colores para la privacidad, la diosa Egipcia va detrás de él, tirándose a un montón de almohadas esponjosas y suaves.

Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora