Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)

!¡especial: Beelzebub!¡

Mirando el reloj, pronto se acercaba la hora que debía irse a dormir, pero no deseaba dejar su historia de lado.

Escribir historias era una tarea difícil, más cuando la tarea no acababa en solo escribirla, sino también ilustrarla, y eso era la tarea más difícil que tenía.

El diseño de los personajes, los diálogos, las personalidades, intentar que no quedara vacío, que los personajes salgan igual en cada posición que se requería, era una tarea que podía dejar exhausto a cualquiera.

Pero deseaba seguir y terminarlo a su tiempo, no había nadie que la apurara, menos tenía un tiempo de entrega, pero si esa noche podía ser la final, entonces quería probarlo, tal vez podría por fin terminarlo y poner su firma.

Hablaba lo que no podía hablar con sus personajes, Y estaba encantada con su creación, había tardado meses haciéndola, casi un año, tenía paciencia en hacerla, no tenía ningún tipo de prisa.

Lo único que deseaba era dormir un poco, pero lo haría en un rato.

Llegando las 3 de la mañana, ya el sueño se apoderaba de ella, sin poder seguir más, así que, soltando el lápiz y acomodando las cosas para seguir al día siguiente, se resigna a irse a dormir por fin.

Su historia era buena, era una versión bíblica hecha cómic, con un poco más de epicidad y algo de comedia, junto a qué los personajes no eran serpientes o gente hippie, eran hechos humanos, absolutamente todos, podía salir muy bien o podía tener una horda de viejitas creyentes con antorchas en su casa el día del lanzamiento, esperaba la primera, por obvios motivos.

Aunque tenía sus creencias, le había llamado la atención la Biblia y sus historias desde pequeña, decidiendo así, ya de más grande, hacerla y materializarla como a ella le hubiera gustado leerla.

Tenía preferencia hacía los principales, Jesús, María, también Judas, pero había puesto su mejor imagen y representación en todos, inclusive los antagonistas como la serpiente, Judas, o Beelzebub, siendo este último con el que menos simpatizaba, pero respetaba como parte de su historia.

Apagando las luces, se decide a ir a su dormitorio, bajando las escaleras, una por una, sintiéndose aún más cansada y exhausta, se sienta en una, sin poder aguantar ya el sueño.

Bostezando y cerrando los ojos, se estira un poco, para volver a levantarse y seguir, aunque eran extrañamente más largas de lo que entendían que eran, confundiendola y bajando más rápido, hasta casi correr, y no terminaban.

Mirando hacia atrás, intentando saber dónde estaba y en qué se había transformado su casa, choca de frente con alguien, quien la agarra rápidamente en brazos.

-Mira quien vengo a encontrarme aquí viniendo directamente a mis brazos, mi pequeña ángel~ -un beso en su cachete resuena, al mirarlo, no solo se da cuenta quién era, sino como estaba vestida.

Estaba con un vestido blanco y una bata del mismo color, él, vestido como cura, la tomaba de la cintura y la tenía alzada.

Él era parte de los 7 príncipes, el amo y señor de las moscas, entre otras cosas, el señor de las tinieblas, el innombrable, el mismísimo demonio, el más temido, el gran Beelzebub.

Vestido como si de un cura se tratase, con el pelo negro cual noche y ondulado, con los ojos color sangre fresca que la observaban con cariño, lo tenía enfrente.

¿Acaso estaba en el infierno pagando por todos sus pecados? ¿Tan mala había sido? ¿Acaso tenía que quedarse con la encarnación del mal para siempre?

Removiendose, intentando bajarse, solo comienza a caminar con ella en brazos, con mucha tranquilidad y silbando, terminando de bajar las escaleras y dirigiéndose a quien sabía dónde.