Poseidón/Lazy Days!¡

4.4K 290 148
                                    

El tirano mandaba en sus tierras, en los mares, en su enorme y espacioso palacio, mandaba sobre los sirvientes que se encontraban a su merced, mandaba sobre cada una de sus almas, mandaba por encima se su congreso, y, por lo tanto, podría hacer lo que quisiera cuando su voluntad lo cantaba, nadie podía ni quería contradecir al gran amo de los mares Poseidón.

Aunque tuviera reuniones extra importantes, aunque tuviera batallas que luchar, aunque lo llamaran a gritos y de rodillas con lágrimas en los ojos y agonía, si no deseaba ir, no iría, no atendería a ningún llamado que no le parecía importante.

Y ese día claro que había puesto en una balanza sus prioridades, negándose rotundamente a ir a algún lado, solo iba a quedarse en su palacio con servidumbre elegida específicamente, quería estar en soledad, y para no despertar el terror, claro que lo habían dejado solo.

Como siempre, el rostro del rubio em su trono era serio, como una piedra malhumorada, con los brazos cruzados, esperaba pacientemente que la servidumbre no seleccionada se retirara de su palacio con rapidez, y si que la habían tenido.

Nadie sabía hasta donde podía llegar el malhumorado tirano, hasta donde su ira podía escalar, y nadie quería probarlo, sabiendo que podía llegar muy, demasiado lejos.

Una vez había estado en paz con su entorno, se había levantado de su trono, sin mirar ni dirigirle la mirada a nadie, la inmundicia de esa gente lo hacía querer vomitar, y necesitaba un día libre, e iba a tenerlo.

Caminando hasta donde quería llegar, siendo abiertas las 2 grandes puertas, revelan una gran piscina bajo techo, con un agua serena y a la vez que parecía profunda, con una fauna de variados peces y posiblemente tiburones en ella.

En los dias perezosos de Poseidon él iba a aquél gran cuerpo de agua a descansar de su propia mente, y claro que no estaba solo.

Mirando alrededor, sin ninguna emoción aún, decide volver a salir del lugar a paso un poco agigantado, y vuelto con algo en el hombro, a lo cual suelta en el piso de mármol, la pobre musa se había golpeado las rodillas contra el piso por el golpe.

La musa de las aguas, Neró, la calma del agua, había sido llevada a aquél palacio desde que Poseidón había puesto su mirada en ella, habiéndo pasado mil y un sustos, momentos privados con él, charlas, palabras, habían poco a poco tejido un matrimonio peculiar, podía decir que la amaba, pero jamás bajaría su actitud por ella, o no siempre.

-¡Poseidón! ¡Eso dolió! -lo mira, quitandose el pelo de la cara- ¡Tengo piernas!

-Caminas demasiado lento.

-¡Y tú eres un brusco! -se levanta, observando el lugar- ¿Otra vez vas a nadar? Jamás me haz dejado entrar aquí...

-Porque eres tan tonta que eres capaz de caerte al agua y ahogarte, yo no te rescataré.

-¿Y entonces? ¿Porqué me trajiste?

El silencio había sido su respuesta junto a una mirada ladina, mientras se sumergía en esas aguas cristalinas sin fondo y desaparecía momentáneamente.

Muchas veces le gustaba ir allí solo para pensar o para sentir el agua, o simplemente para evadir que le hablen, cualquier opción era la correcta.

Negando, se sienta a la orilla, esperando a que decidiera salir, solo estaba ahí para hacerle compañía, y respetaba su silencio, era un lugar muy pacífico a decir verdad.

Las hojas colgantes que recorrían toda la cúpula y hacían una cortina en la puerta, el agua celeste y azúl sin dirección que se movía a su tiempo lentamente, los vidrios teñidos de colores claros dejaban pasar una tenua y abrazante luz, era un lugar digno de un dios como él.

Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora