Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)

Hermes!¡Jack 🎃

Ser humano significa muchas cosas, nacer, vivir, relacionarse, morir, pero en ese largo camino a la eternidad, se pasaban por muchas etapas distintas, entre ellas, y una muy especial, era la etapa, o las etapas, en donde podías compartir tu vida con más personas, amigos, familiares, e inclusive, pareja.

Una pareja era una persona que indispensablemente estaría con su otra mitad, su media naranja, su otra parte de su corazón, una persona que compartiría su corazón, abriéndolo y demostrando sentimientos, no era una tarea fácil, aún menos cuando no era una persona, sino que eran 2, y como decía un viejo refran, 3 son multitud.

Era un triángulo amoroso en el cual la habían metido queriendolo, ambos estaban interesados peculiarmente en ella, y ambos caballeros no la iban a soltar hasta que decidiera por uno.

Lo curioso era que ambos eran caballeros hechos y derechos, pero uno era un dios, y el otro un simple humano.

El mensajero de los dioses y un humano estaban detrás de una mortal.

Era algo agradable ver cómo ambos hacían sus mejores intentos en sus cortejos, ninguno había logrado demasiado hasta ese momento, y empezaba a ser una batalla casi mano a mano, debían hacer sus movimientos, y debían hacerlos rápidos si no querían que la mortal se les fuera de las manos como si de agua se tratase, y ninguno de los dos soltaría la cuerda.

Al ser caballeros, los 2 rebalsaban en modales y parecían sacados de novelas, ambos sabían cómo tratar a una dama, y los dos la trataban como tal a su manera, intentando que caiga por alguno de los dos.

Regalos, palabras bonitas y caballerosas, caricias, todo lo que alguien haría por una persona que ama, ambos lo habían hecho, iban cabeza a cabeza.

Y aprovechando el baile que pronto se celebraría, 2 invitaciones no habían dudado en aparecer, una en su mesita de luz, firmada por Hermes, la otra en su tocador, firmada solo por una "J" y un corazón.

¿Cómo iba a faltar a esa maravillosa velada? Claro que estaría ahí, y ahí estaba, alistandose para ir con tranquilidad, deseaba tener una noche tranquila y sin sobresaltos, pobre alma, no sabía lo que se le veía venir.

Terminando con un bello vestido acompañado por una capa, va al baile alegremente, siendo recibida con fergor por sus amigas más cercanas y conocidos, su persona si que era querida dentro de ese mundo, y claro, para ese momento, ya tenía 2 figuras observandola desde un balcón interior del gran salón.

-Mi estimado, tenga especial cuidado con sus movimientos esta noche, créeme que no seré pudiente con usted si veo una sola muestra de incomodidad de la dama...-hablaba el de pelo gris, mirando de reojo al que estaba vestido de vampiro.

-Menciono lo mismo, caballero, ¿Qué esperar de un asesino más que una acuchillada, cierto? -lo mira y le sonríe con suavidad, casi burlón- si al final de la noche encuentra una sortija en su mano, acepte la derrota y retirese del ruedo, será mejor que lo acepte cuánto antes~ -la deidad se retira de allí, dejandolo solo, empezaba un duelo de una noche, el duelo final por un corazón.

Mientras charlaba animadamente, hasta que le hablan tras ella, llamando totalmente su atención.

-Buenos días, señorita, me alegra que haya aceptado mí Invitación. -caballerosamente, toma su mano derecha y le deja un cálido beso- ¿Desea acompañarme a los jardines? Son un lugar reconfortante -sonríe suavemente, cuando quería podía ser una ternurita.