RoR Harem!¡ PT.1

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Caminando por los jardines al rayo del sol, había parado a acomodar su sombrero, se había pasado la mañana y mitad de la tarde recolectando flores, cuidándolas, sacandoles las espinas y haciendo bellos ramos con ellas.

La bella nube había tomado su forma humanoide y recolectado flores para sus conocidos.

Al igual que una esponjosa nube blanca, su presencia era tan pacífica, tan libre, encantaba al pasar, no existía razón por la que alguien, dios o humano, no caería enamorado del bello pedazo de nube.

Por alguna razón sentía que ese día sería peculiar, no sabía porqué ni como, solo lo sentía.

Ahora debía ir a repartir aquellos ramos que quería entregar desde hacía un tiempo, esperaba que sus destinatarios estuvieran a gusto con aquellos.

Y claro que lo estarían.

Observando la entrada del panteón general, un bello y gran lugar donde dioses y humanos compartían tiempo cuando así lo querían, se había lanzado a la aventura.



Ojalá saliera completa de ahí dentro.
(O caminando correctamente)




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Caminando por los pasillos misteriosamente vacíos, había parado momentáneamente observando a su alrededor, la soledad era extrañamente abrumadora, que anormal era aquello.

Acercandose al borde de la galería para observar mejor si alguien se encontraba allí, había observado las sombras, sonriendo al observar a quien la estaba observando, Hermes era tan callado.

-Buenas tardes, dios Hermes.

-Que bellas flores trae, mi querida. -sonriendo, se había acercado con las manos detrás de la espalda, acercando su mano a su oreja, había sacado una flor- Una flor, para otra flor~.

Reverenciando ante ella, había reído y aceptado su regalo con calma.

-Que asombroso día, ¡porque también tengo un regalo para usted! -buscando entre sus ramos, le había regalado unas flores rojas, hermosas, bien cuidadas.

-Oh, mi nubecita...-mirandolas con cariño, había sonreído hacía la nube- ¿Cómo agradecerte? Simplemente no puedo hacerlo con palabras, las guardaré tan bien que vivirán para siempre, como usted en mí corazón.

Tomando su mano, se había dedicado a dejar besos por todo su brazo, haciendo su camino mientras se acercaba al cuerpo de la nube, quién reía por la extraña y cariñosa sensación.

Parecían una pareja de libro antiguo, ante los ojos de Hermes, lo serían pronto.

-Debo retirarme, mensajero divino, espero volver a verlo. -encantadora, había vuelto a tomar camino, despidiendose con la mano del mensajero.

Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora