Hades !¡ <scenarios>

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El palacio de Hades era el palacio más tranquilo entre todos, y desde la llegada de la nueva ama del inframundo se podía decir que se había vuelto hasta más acogedor.

Una diosa de las almas como ella necesitaba un lugar cálido para quedarse, sin separarse de lo que era aquél frío lugar, el amo había mandado a rehacer absolutamente todo para ella, incluso un jardín y dado clases de buenos modales a Cerbero, ahora las antorchas tenían más brillo, hasta habían puesto alfombras, puesto otros cubrecamas, entre otros detalles que verdaderamente marcaban una diferencia.

Nadie entendería porque estaba mandando a hacer todo aquello hasta saber quién sería la nueva ama, la necesaria para equilibrar y mandar en el inframundo, Ànima si que era una novedad, y una muy grata.

La nueva reina y ama del inframundo y de las almas iba a ser bienvenida ese día, Hades estaba más nervioso que de costumbre, jamás se ponía así, era raro verlo de aquella manera.

Ànima era una diosa jueza, cargo principal del juzgado de almas, en donde todas las almas mortales pasaban al morir para saber su destino, aquél juzgado no conocía la palabra injusticia, pues tenía una moral inquebrantable, siempre, hasta en los casos más conflictivos, resolviendo sabiamente cada altercado.

Su estado de ánimo era un alma cambiante, podía estar muy feliz, retraída, irritable o enojada de por si, en tan solo segundos, su humor era una balanza que se equilibraba ante todas las situaciones.

El amor del rey del inframundo había quedado impregando en aquella jueza desde que había resuelto un altercado entre sus hermanos menores, el cuál parecía sin solución y que podía llevar hasta, inclusive, una guerra.

El amor de ambos había florecido como una lenta flor, que buscaba la etapa perfecta para liberar todo su esplendor, llegando así al matrimonio, uno que ya se sabía que iban a tener.

Aquella sería la primera noche que su prometida dormía en su gran e imponente palacio, no quería espantarla, por ello los nervios crecían con cada minuto que pasaban.

-Señor, desde mi humilde consejo, debería calmarse, la señorita Ànima es muy agradable, adora conocer lugares nuevos...-la sirvienta principal de la diosa había detenido la nerviosa caminata del rubio- No tiene muchas necesidades, ella lo dice siempre, "con un plato de comida y una pequeña almohada estoy en el paraíso"

-Solo quiero que salga bien, Potertina, eso es todo, quiero que esté cómoda aquí y...

-Señor Hades, creame que la jueza está perdidamente enamorada de usted.

-¿Y si la decepciono? ¿Y qué pasa si Cerbero se la confunde con un juguete? Tantas malas opciones y destinos...

-Señor Hades, me ha hablado hasta por los codos de usted, lo menos que a la jueza le interesa es en donde o cómo viva, hasta hizo un jardín para que pudiera tomar aire sin tener que salir del inframundo, me disculpará el atrevimiento, y deseo que esto quede en el anonimato, pero comparado con los matrimonios de sus hermanos menores, la jueza vivirá en un ambiente digno, y eso es lo único que nos interesa realmente.

-Solo... no quiero decepcionarla, Potertina, eso es todo...

-¿Cómo podría mí amado decepcionarme? -claro que se sorprende al sentir unos brazos rodeando su pecho, junto a unos pequeños besos en su espalda, comprende la ayuda que Ànima había tenido con aquella sirvienta para jugarle una broma inocente.

-Ànima...-ríe, volteando para sostenerla en brazos- ¿Qué tanto haz escuchado?

-Lo suficiente, Hades, Potertina es mí confidente personal...-riendo, toma sus mejillas, apretandolas un poco- No estés nervioso, contigo soy feliz en un palacio o en una vivienda mortal.

Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora