Beelzebub!¡Budda 🎃

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Oh, que dulce era el amor cuando se palpitaba en el aire, que dulce era el sabor del amor, pero, ¿Qué es el amor? Realmente quiero saberlo, pero alguien que lo sabía, era verdaderamente la pequeña ángel caída sabía bien.

Estaba en medio de un triángulo amoroso y de cortejo constante entre un demonio y el dios que había alcanzado la divinidad en vida.

La pequeñita había pasado un duro momento siendo otra caída del ejército de Dios, sin alas, con una contextura más pequeña comparada a los que eran sus compañeros arcángeles, había bajado del cielo solo para ser otra lucifer, una de tantas, y claro que habría sido así si el propio Odin no se entrometia, dándole así un lugar en el espacio de los dioses, a los que, aún cuando era arcángel, había ayudado muchas veces, merecía ese lugar.

Y al haber sido echada de patitas fuera del cielo no era ni un alma en pena, ni un demonio pequeño, ni un arcángel.

Tampoco se la podía catalogar como valkira, mucho menos diosa, o semi-diosa.

Era un ángel caído, simplemente eso.

Y claro que había captado la atención de manera positiva como negativa, tanto así, que por alguna manera tenía detrás suyo a un dios que había alcanzado por él solo la divinidad y un príncipe del infierno.

También, al estar en una posición algo alta, la invitaban a las fiestas y eventos especiales en donde pudiera convivir con el resto de dioses, y estaba invitada a una aquella noche.

Y esa noche se iba a conmemorar e imitar una fiesta pagana humana, ¿Halloween, se llamaba? El caso era que debían ir disfrazados, al no tener la más mínima idea que ponerse, se había puesto un traje rojo, junto a una diadema con 2 pequeños cuernos en ella, podría decir que estaba disfrazada de diablo o algo similar, y aquello haría.

Esperaba encontrarse con los únicos dioses que tenía afinidad, entre estos, había 2 que eran bastantes peculiares con ella, muy extraños a su parecer.

El demonio y el dios la contejaban constantemente, con todo lo que pudiera imaginarse alguien, regalos, cariño, palabras bonitas, todo, no entendía, ambos tenían personalidades opuestas, pero se unían en solo una cosa, intentar que se haga pareja y esposa de alguno, claro, cada uno a su manera, que a veces rozaban momentáneamente la obsesión, en especial por parte del demonio.

Era una guerra directa para ver quién de los dos la lograba cortejar y endulzar primero, Buda era mucho más tranquilo al respecto, teniendo su toque, y Beelzebub, bueno, era otro extremo, intentando hasta usar una especie de ciencia para cortejarla más rápido.

Y ahí estaba, sola, caminando por la fiesta mientras buscaba a sus amigos, realmente recibía miradas de asco a veces, se sentía completamente apartada de los dioses y ese mundo.

Hasta que siente una mano en su cabeza, parando su andar.

-¿Tan bonita y tan sola? Sabes que Odin te prohibe andar sola por lugares así, chiquitita, ven, te acompaño a dónde desees ir. -volteando, se encuentra con una sonrisa con una paletita, el cortejante número 1 había aparecido, y ese, era ni más ni menos que el gran Buda.

 -volteando, se encuentra con una sonrisa con una paletita, el cortejante número 1 había aparecido, y ese, era ni más ni menos que el gran Buda

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Mr. Loverman (shuumatsu no valkyrie/RoR one shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora